Con la cosecha de girasol en curso, productores y asesores de las Regionales Aapresid analizan los por qué detrás del avance de la oleaginosa en varias regiones de la zona Núcleo, donde la soja o el maíz venían siendo los reyes indiscutidos.
El Asistente Técnico de la Regional Aapresid Justiniano Posse, Claudio Razquin, advierte que en el caso de su Regional, el mayor aumento en el área destinada al cultivo se venía dando en los Departamentos Unión y Gral San Martín – donde el girasol entró en la rotación sobre suelos de menor calidad, ubicados al Norte de San Marcos, Bell Ville y Laborde – , y que en esta última campaña, se amplió también en Marcos Juárez.
“En la última campaña los aumentos en la superficie sembrada rondaron el 10% del total de hectáreas abarcadas por la Regional”, asegura Franco Bardeggia, Asistente Técnico de la Regional Aapresid Los Surgentes-Inriville, y atribuye el incremento a que el cultivo se posicionó como alternativa en ambientes de menor productividad para maíz o soja, o en lotes puntuales de costa de ríos o que estuvieron mucho tiempo anegados.
Para muchos, el cultivo representó una vía de escape ante la chicharrita y los estragos que dejó en maíz la pasada campaña, mientras que para otros, fue una alternativa de diversificación para liberar más temprano el lote y poder ir a un cultivo de servicios, pensando en el cultivo de renta de la próxima campaña.
Los productores de la Regional Los Surgentes-Inriville, Hernan Bizet y Germán Fogante, rescatan que otro factor importante del avance del cultivo es el impacto en los costo: “para un mismo ambiente con similar productividad el cultivo de girasol tiene un costo de implantación similar o menor a la soja y un precio de venta mayor, permitiendo obtener un margen superior y/o con mayor estabilidad”.
Girasol en zona Núcleo: ¿cuales fueron las estrategias de manejo?
Bizet viene incursionando en el cultivo desde hace 3 campañas, en ambientes cercanos al río Carcarañá y el Arroyo Tortugas, en suelos heterogéneos de baja calidad, donde no prospera el cultivo de soja. Pero esta campaña lo incorporaron en la rotación en ambientes de mejor calidad.
Para empezar, destaca como clave “llegar a la siembra con el lote limpio, sobre todo por la dificultad para controlar rama negra y yuyo colorado una vez implantado el cultivo”.
Otro punto es evitar los herbicidas hormonales, dada la susceptibilidad del girasol, siendo solo recomendados para barbechos largos. “En nuestro caso usamos paraquat para resetear el lote sumado a algún pre emergente como sulfentrazone o s-metolacloro Otro herbicida utilizado en barbecho corto con buenos resultados es la prometrina”, advierte Hernán y agrega: “es muy importante agregar algún insecticida residual al suelo para evitar problemas
con cortadoras.
En cuanto a fecha de siembra, Fogante apuesta a las siembras tempranas: “los registros de los últimos años nos muestran que el llenado de granos es mucho mejor cuando se adelanta la siembra, ya que se llega con mejores condiciones de amplitud térmica y se logra mayor peso de granos.
Las densidades elegidas rondan las 50.000 a 55.000 semillas/hectárea apostando a lograr un stand final de 45.000 a 50.000 plantas/ha. Aquí un factor clave es la adecuada distribución, con distancias entre hileras de 40/42/52 cms y siembras neumáticas.
Sobre la elección de híbridos, los productores advierten que actualmente hay una buena disponibilidad de germoplasma para alcanzar altas productividades y tolerancia a enfermedades que antes limitaban el cultivo. Aseguran que el girasol ha logrado un avance genético importante en variables como altura del cultivo, tolerancia al vuelco, tolerancia a enfermedades como podredumbre del capítulo, mejoras en el contenido de materia grasa. También hubo avances en resistencia a herbicidas que mejoran la performance del cultivo.
Los productores afirman que la fertilización debería enfocarse en el fósforo (P), sobre todo en las zonas de mayor restricción, pero que en general es poco común la aplicación. Entre los productores de la Regional Los Sugerente Inriville, se utilizan principalmente microgranulados concentrados en dosis de 25 a 30 kgs/ha, o en algunos casos, SPS incorporado con las cuchillas a la siembra. En el caso de N se aplica según ambientes y perspectivas de rinde entre 70 a 120 kgs/ha de Urea incorporada con la sembradora.
Expectativas sobre el cultivo
Analizando la recta final de la campaña girasolera, los entrevistados aseguran que los girasoles sembrados a finales de septiembre/principios de octubre transitaron la etapa vegetativa con buenas precipitaciones, lo que favoreció un desarrollo adecuado. Durante el periodo crítico, el cese de las lluvias y la menor humedad, favorecieron ambientes propicios para el desarrollo reproductivo.
En ambas Regionales coinciden en que el desarrollo del cultivo es muy bueno y la perspectiva de cosecha va de buena a muy buena. “En general se estiman rendimientos que van desde los 2000 hasta los 2200 Kgs/ha, que es el promedio de la zona” concluye Fogante.
Más allá de estas perspectivas optimistas y de que se esperan más aumentos en la superficie para la próxima campaña, Razquin aclaró que algunos productores de su Regional sospechan que el cultivo no ha llegado para quedarse, sino que es de nicho, y que su adopción depende de márgenes y condiciones climáticas.
Fuente: Aapresid