La llegada de un frente frío esta semana trae consigo algunas esperanzas para el campo, aunque no las suficientes para revertir la tendencia climática que afecta a la región núcleo. Tras la ausencia de lluvias considerables, la siembra de maíz continúa pendiente de definiciones. Según el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), las precipitaciones necesarias para contener el recorte de superficie de siembra de maíz ascienden a 50 milímetros durante septiembre.
Cristian Russo, Jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCR, comentó: “Estamos esperando entre la tarde-noche del martes 10 y el miércoles 11 que este frente frío deje algunas precipitaciones sobre la región núcleo. Estamos hablando de poca agua, nuestro consultor Elorriaga nos comenta que serían entre 2 y 10 milímetros, con la mayor probabilidad en el noreste de Buenos Aires”. Aunque la cantidad de lluvia es limitada, representa una pequeña ayuda para avanzar con la siembra en algunos sectores de la región. “Ojalá que sea el principio de algo más grande que venga en septiembre”, agregó Russo.
En este contexto, la siembra de maíz ha comenzado antes de lo habitual en algunas zonas debido a la preocupación por la plaga de la chicharrita y la falta de humedad suficiente. En localidades como Carlos Pellegrini, ya se observan sembradoras en marcha, aunque con proyecciones de recortes de superficie de hasta el 60% respecto al año pasado.
El humo de Bolivia, un fenómeno que preocupa
El frente frío también juega un papel importante en mitigar otro fenómeno que afecta al país: el humo procedente de los incendios en Bolivia. Durante los últimos días, parte de este humo ha llegado a Argentina, afectando la calidad del aire en varias provincias. Russo subrayó la importancia del frente frío para enfrentar este problema: “El ingreso del frente frío va a ser como una escoba para quitarnos de encima este problema del humo en el aire en la región núcleo”.