Si hablamos de alfalfa pura, para compatibilizar calidad y cantidad de alfalfa se debe cortar cuando el cultivo presenta un 10 % de floración. Como regla práctica conviene comenzar a cortar cuando se observa la primera flor en el cultivo, ya que al terminar la operación de corte se logrará un buen promedio entre la cantidad de materia seca y el alto valor nutritivo. Si se corta antes de este estadio se produce un envejecimiento prematuro de la pastura, mientras que si el corte se realiza en plena floración se obtendrá mayor cantidad pero de menor calidad.
Avena
Para la confección del heno de avena se recomienda efectuar el corte en el estadio de grano lechoso donde se obtiene un considerable volumen de materia seca, ya que este cultivo mantiene la palatabilidad (sabor) aún en madurez avanzada. Si el corte es realizado anticipadamente se obtendrá mayor calidad de heno, y si se realiza en el estadio de grano pastoso se obtiene mayor cantidad de heno pero de menor calidad.
Pasturas polifíticas en base a alfalfa
Cuando la base es alfalfa ésta determinará el momento óptimo del corte, por otro lado cuando se decida la confección del heno se debe tener en cuenta el porcentaje de humedad de la especie que demore más tiempo en secarse.
Moha de Hungría. Mijo y raigrás
La prefloración es el momento de corte ideal para obtener la máxima cantidad de materia seca con alto valor nutritivo. En el caso de efectuar el corte en forma anticipada se obtiene mayor calidad pero menor cantidad de forraje, y por el contrario cuando se realiza el corte de la planta ya semillada dará como resultado mayor cantidad pero menor calidad. Es importante aclarar que no es aconsejable henificar moha semilla, ya que además de perder calidad no se aprovechan la energía de las semillas debido a que éstas se caen del rollo o bien terminan pudriéndose dentro de él.
Sorgo forrajero
Como todas las gramíneas el corte es recomendado en prefloración pero cabe hacer una salvedad con respecto a la siembra por ser este cultivo de tallos suculentos, trayendo como consecuencia un secado lento y dificultoso. Una práctica preventiva es aumentar la densidad de siembra en un 30 % para disminuir de esta forma el diámetro de los tallos facilitando el acondicionamiento mecánico y el oreado del forraje antes de ser confeccionado el heno. Fuente: Revista Forrajes y granos