El trigo es el cultivo de invierno más importante en los sistemas de producción de la región pampeana y, por ello, el manejo adecuado de la nutrición es uno de los principales factores para maximizar la producción.
Para la campaña próxima a comenzar, es más clave que nunca: el cambio en la tendencia climática pone en el cereal la esperanza de que comience la recuperación del sector agropecuario, luego de los problemas derivados de la sequía.
En este contexto, una falencia muy común a la hora de presupuestar fertilizaciones es que se tienen en cuenta nitrógeno, fósforo y en algún que otro caso azufre, pero en la mayoría de los casos no se toma en consideración la importancia del zinc (Zn), un nutriente del que se reporta cada vez más deficiencia en los suelos argentinos.
Un estudio de Sainz Rosas (et al, 2018) señala que la disponibilidad de Zn en los suelos disminuyó entre 40 y 70% respecto de sus niveles iniciales; y de esta manera, más del 50% de los suelos de la región pampeana presenta niveles de Zn bajos a muy bajos, menores a una parte por millón.
En paralelo, la información brindada por los laboratorios de análisis de suelos no deja lugar a duda: el zinc es un micronutriente cuya deficiencia se ha incrementado en toda la región triguera del país, llegando a ser generalizada en algunos ambientes.
El Laboratorio Agroestrategias Consultores, a cargo del Ing. Agr. Wenceslao Tejerina, suma más datos al respecto: en la zona núcleo argentina, entre el 80% y 85% de las muestras de suelo que están analizando muestran deficiencias de este mineral.
Otro ejemplo que refuerza la relevancia del problema: recientemente el Laboratorio Fertilab, realizo un estudio zonal de los resultados de las muestras de suelo analizadas para Zn DTPA. El l 28 % de las muestras analizadas de la región sudeste y centro de la provincia de Buenos Aires presentó valores debajo del umbral de 1 ppm. En la región centro-sur el porcentaje de muestras con deficiencia fue del 65% y en zona núcleo, sur de Córdoba y Santa Fé el valor hallado fue de 75-80% Sur de Cordoba-Sta Fe y el 67% de las muestras recibidas (Laboratorio Fertilab y Dr. Nahuel Reussi Calvo, comunicación personal).
Análisis y aplicaciones
Estos números constituyen una muestra clara de la importancia de un correcto muestreo de suelos y de incluir análisis de este micronutriente en los análisis, habida cuenta además de que su incorporación logre respuestas de rendimientos más marcadas y de mayor magnitud en los años en que ocurren situaciones de estrés, como ha sucedido en las últimas campañas.
Cabe recordar que el zinc es un nutriente altamente requerido en la etapa inicial del cultivo ya que tiene una función crucial en su desarrollo, al promover el crecimiento radicular y formación de hojas y macollos. Por eso, una adecuada provisión de Zn desde la semilla y a lo largo de todo el ciclo es clave a la hora de construir una estrategia de fertilización integral.
En general, la recomendación es incluir zinc al ingresar a un nuevo lote en muestras de 0 a 20 centímetros, y cada 2 o 3 años, por tratarse de nutrientes o parámetros de menor variación interanual y/o movilidad. El umbral de deficiencia se calcula en una parte por millón de Zn extractable, por el método DTPA.