La mayor actividad de los puertos de la provincia de Buenos Aires, Bahía Blanca y Necochea, es consecuencia de la emergencia hídrica del río Paraná, lo que ha aumentado los costos logísticos en un 300% y producido importantes demoras por el desvío de carga desde el Gran Rosario hacia los puertos bonaerenses.
El bloqueo en Bahía Blanca declarado por “transportistas autoconvocados”, sin representación legalmente reconocida, “es un recurso extorsivo tanto para la exportación -ajena al conflicto- como para el Gobierno, necesitado del ingreso de divisas. Se han efectuado las denuncias correspondientes ante las autoridades, aún sin respuesta”, dijeron desde CIARA.
“Es absolutamente ilegal”, aseguró Gustavo Idígoras, presidente de CIARA y CEC. “Es necesario -subrayó- que el gobierno provincial actúe rápidamente para garantizar la libre circulación. Somos víctimas de un conflicto ajeno donde un grupo de camioneros no agremiados impiden que los demás camioneros puedan ingresar a los puertos con granos.” “El bloqueo, que comenzó el 30 de julio por 48 horas, se extendió -añadió Idigoras – en forma ilimitada y ya lleva cinco días; el daño económico para el país es enorme”.
Suman 11.000 los camiones que no ingresaron a puerto y que se contabilizan como perdidos, hay 40 buques esperando para cargar 1.200.000 de toneladas de maíz, trigo y harina de soja, entre otros. “Además de perder previsibilidad como exportador, el Estado argentino pierde 400 millones de dólares en divisas por esta situación anárquica.
Realizadas las denuncias correspondientes, no se obtuvo ninguna respuesta alguna y ningún funcionario se ha sentado aún con los manifestantes”, dijo la entidad.