Con la participación de diversos expertos y profesionales, el seminario de Acsoja recorrió todas las variables de la Economía de la Soja y trazó una perspectiva del grano para los próximos años.
Se habló de precios, rendimientos y gastos como ejes centrales del negocio y se referenciaron las dificultades para la agricultura, que en algunas regiones del país, se torna casi inviable. “El problema en el NOA va más allá de un manejo eficiente de los cultivos, Los productores estamos viendo que la combinación de precios deprimidos con retenciones o derechos de exportación, están haciendo que la actividades se tornen inmanejables”, remarcó Horacio Mangini, asesor independiente del Norte Argentino.
Este especialista, explicó que el manejo de plagas y malezas resistentes suman cerca de 70 dólares por hectárea al gasto productivo, Aunque la proporción se ve más complicada, al incorporar el concepto de retenciones que dispara este valor a U$S 300 por hectárea, más el flete que en el maíz significa el 46 % del costo.
“Todo esto sin contar otras cargas impositivas como el IVA no recuperado, diferencias y demás. Estamos viendo que el productor comienza a bajar tecnología y se reduce a hacer una soja de mínima. Sin insecticidas, sin pre emergentes, ni biotecnología”.
Al igual que otros analistas, Mangini manifestó la necesidad de una revisión urgente del tema de las retenciones como punto fundamental para la sostenibilidad productiva en las regiones más alejadas de los puertos, Por otra parte pidió que se igualen los IVA, para que no se sigan pagando productos con una alícuota del 21% y se vendan otros al 10,5 %. “En el medio queda el IVA que no se reintegra y genera trabas, complicaciones”.
A la hora de mostrar los números, hizo un repaso rápido diciendo que en el NOA una producción de 3 toneladas de soja, se compone por 350 dólares de gastos, U$S 72 de cosecha y 95 dólares de estructura. “El total se aproxima a los 500 dólares por hectárea, sin contar el flete. Ahora, lo que uno obtiene por cada hectárea son 150 dólares, los cuales multiplicados por 3 dan 450 dólares. Complicado en el manejo, ya que con estructura, cosecha y gastos directos se paga mucho más que la ganancia”.
Durante el Seminario (Acsoja), se dijo que el Sistema de Agronegocios de la Soja, aportó -en 11 años-, 45 mil millones de dólares en concepto de retenciones.
Si uno quisiera saber en qué se utilizó todo ese dinero, la respuesta se torna muy difícil, aunque se sabe que una parte regresa al sistema por el fondo sojero. “El resto lo toma el Estado para gastos nacionales y se pierde la trazabilidad del destino de esos fondos”, subrayó el Ing. Sebastián Senesi.
Al mismo tiempo, remarcó que hay 7 puntos fundamentales que deben ser analizados en el sector agropecuario. “Rever retenciones e IVA y considerar que parte del recurso se puede utilizar para mejorar temas de infraestructuras. Mejorar la productividad, el conocimiento por metro cuadrado y los sistemas de información. También es necesario avanzar sobre la calidad del grano, para no seguir perdiendo mercados de valor, por falta de proteína”, remarcó Senesi agregando que pensar el futuro del biodiesel es fundamental porque al sistema productivo de la soja le genera un impacto directo. “Tenemos que definir que vamos a hacer, ya que si al año 2020 se planifica llegar con un 20 % de corte en los combustibles, el impacto directo sobre la producción de la oleaginosa va a requerir cerca de 16 millones de toneladas para abastecer esa demanda”.
Sobre el cierre, habló de la necesidad de entender la problemática de las malezas resistentes sin echarle la culpa al otro. “Ayudará a mejorar la competitividad, si nos ponemos de lleno con este problema. Hemos pasado de un sistema basado en el glifosato que al productor le costaba entre 30 y 50 dólares por hectárea, a una variable que se acerca a los U$S 150. No es solo la falta de rotaciones, la responsable de todo esto”, sentenció Senesi.