En marzo suelen llover entre 85 y 125 mm y en lo que va del mes la región ya promedia 70 mm. Con estos registros, el 20% de la región alcanzó el promedio histórico y algunas localidades lo superaron. En el sudeste de Córdoba, Noetinger registró 158 mm y Colonia Almada, 120 mm. En Santa Fe, Irigoyen marcó 167 mm y Montes de Oca, 117 mm. En el norte bonaerense los caudales fueron menores, Ramallo acumuló 71 mm y Baradero, 60 mm.
Desde que arrancó el verano, las lluvias estuvieron muy lejos de las estadísticas. Pero a partir de la última semana de febrero se cortó el pulso seco y hoy el 70% de los suelos de la región presentan reservas hídricas entre adecuadas a óptimas. Y hay sectores puntuales con leves excesos. Solo existe una condición de déficit hídrico persistente en la franja que va desde Rosario hacia el centro-este de Córdoba, cuyas reservas son escasas y hay sectores puntuales bajo sequía.
Estas lluvias llegan tarde para los cultivos de primera, sin embargo, son un gran aliciente para la soja de segunda y los maíces sembrados en diciembre.
A pesar de las lluvias, ¿continua el escenario de “Niña”?
Las lluvias, que comenzaron a partir de la última semana de febrero, cortan el patrón seco que se venía arrastrando desde mediados de diciembre. Sin embargo el último Índice ONI (Índice Niño Oceánico) emitido por la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos) con un valor de -1, afirma que el evento “Niña” continúa instalado y seguirá presente hasta marzo/mayo. Pero hay más chances de llegar a la fina con los perfiles recargados aceptablemente. “Si se mantiene la dinámica atmosférica actual, con circulación noreste y avance de sistemas frontales, el tránsito hacia la primera parte del otoño podría contar con una provisión de lluvias cuasi normales”, explica Aiello.
Fuente: RosGan