Este sector viene recibiendo lluvias recurrentes desde julio. Y volvió a llover durante el pasado fin de semana entre 15 a 30 milímetros. Estas lluvias permitieron una importante recuperación de la humedad edáfica con niveles que van de adecuados a óptimos y con algunos excesos sobre el extremo costero sudeste.
Tras las lluvias, los cuadros regulares y malos bajaron de un 35% a un 25% en región núcleo, pero la situación es crítica dónde no llovió. Se trata de la porción central de la región núcleo —sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires— dónde ya hace tres meses que no hay lluvias de importancia. Allí, el trigo empieza a encañar con el 48% de los lotes regulares y malos.
“Es muy preocupante la falta de agua. Un 10% de los trigos ya están encañando. Los requerimientos aumentan y las lluvias no acompañan”, dicen desde Bigand donde ya esperan fuertes caídas de rendimiento. En Pergamino y Colón tampoco llovió y hablan del deterioro: el 40% de los cuadros están regulares. En General Pinto las lluvias de esta semana “permitan reactivar al cereal, sin embargo son insuficientes para mejorar el 30% de los cuadros que lucen en estado regular y que ya acusan mermas en el rinde potencial”.
Pero donde llovió, como en Carlos Pellegrini, El Trébol, Cañada Rosquín y Marcos Juárez, los trigos han repuntado y se mantienen las expectativas de rinde.
Fuente: GEA