El GEA recordó que ya en junio se alertaba en este informe por el peor escenario de siembra que enfrentaba el trigo en Argentina. Y en julio, que Buenos Aires también estaba muy afectada, sufriendo la peor falta de agua de los últimos 15 años.
Alertábamos entonces, que en los años de menor producción, el trigo fracasa en Buenos Aires y a la vez en el resto de la región pampeana y que esto podía suceder en este ciclo. Lamentablemente, este escenario incluso ha sido peor: a la región pampeana (por entero) se le sumó la presencia de heladas tardías durante todo octubre.
Esto es lo que se refleja en el rinde país: la estimación de noviembre es de 23,3 qq/ha (vs 31,5 qq/ha de promedio en los últimos 5 años). Para encontrar un rinde más bajo hay que retroceder hasta la fatídica campaña 2008/09: el rinde país estuvo por debajo de los 20 qq/ha; Argentina produjo tan solo 7,5 Mt.
A pesar de que se aplicó todo la tecnología necesaria para que el potencial triguero supere los 18 Mt, el escenario actual del trigo argentino pasa por una enorme incertidumbre y puede seguir habiendo nuevos recortes. El guarismo de noviembre tiene en cuenta 5,9 M ha sembradas con trigo y una pérdida de superficie de 830 mil ha.
La caída del rinde nacional triguero no será contenida por Buenos Aires
En el territorio Cordobés, como se señaló hace un mes, se profundizó la situación de desastre productivo. Se ha actualizado el rinde de 21 a 18 qq/ha y siguiendo el informe de la bolsa de cereales de Córdoba se ha actualizado el área perdida en 300.000 ha. En la región núcleo se han sumado al área no cosechado otras 200.000 ha. Los rindes de Santiago del Estero y Chaco se han actualizado con rindes de 9 y 7 qq/ha, respectivamente. En Entre Ríos según la bolsa de cereales entrerriana, se ha vuelto a incorporar 50 mil ha al área triguera tras los ajustes con imágenes satelitales. Pero a pesar de los buenos rindes de la primera tanda cosechada, estiman 24 qq/ha de promedio. La Pampa también ha sido ajustada a la baja con 2 qq/ha menos (respecto a octubre).
Se ha empezado a recortar los rindes bonaerenses en buena parte del centro y sudeste provincial. Lamentablemente, la posibilidad de que Buenos Aires contuviese el golpe, o por lo menos lo hiciese el bastión triguero del SE bonaerense, va quedando atrás. Los rindes se han sido reducidos en un 30% respecto de sus potenciales. Los ajustes pueden seguir. Los técnicos del área de mar y sierras explican: “hasta ahora estimamos una caída de rinde del orden del 30 por ciento, sin contar la última helada del 1ro de noviembre que afectó a toda la zona serrana. Ya vimos lotes con pérdidas del 100 por ciento”. En Tandil dicen que “la condición hídrica mejoró, pero no ha sido parejo. Los efectos de las heladas se están empezando a ver. Hay muchos cuadros afectados. Se suman las bajas temperatura de la última (1/11). Están llegando los peritos en 10 días. Ahora tenemos puesto el foco en cuantificar el efecto de las heladas”. “Hay mucha preocupación porque, en general, los cuadros están en antesis”, explican en el área.
En el centro del país, el trigo empezó mal y siguió peor: de julio en adelante faltaron 200 a 300 mm
Respecto a las medias de los últimos 30 años, desde el 1/7 al 8/11, a Córdoba le faltan entre 100 y 200 mm y a Buenos Aires entre 150 y 250 mm. En la región núcleo la faltante ha sido fenomenal, la falta de lluvias ha dejado una deuda de 200 a 300 mm. El escenario hídrico ha sido el más grave desde el 2008. Pero a esto se ha sumado la presencia de heladas tardías. La última, la del 1/11, afectó a todo el cuadrante del SE bonaerense con temperaturas bajo cero (nota: como son registradas en abrigo, se calcula entre 1,5°C a 2°C menos a la altura del cultivo). El registro más bajo fue en Tandil con 4 grados bajo cero.
Fuente: GEA