Según el gerente de Servicio Técnico de Nidera, Guillermo Alonso, hay mucha demanda de semillas en zonas tradicionalmente no trigueras.
La nueva campaña parece sonreírle al trigo. Para Guillermo Alonso, gerente de Servicio Técnico de Nidera, “Desde el punto de vista climático las condiciones son muy favorables, porque las lluvias de verano y otoño están muy bien acumuladas en el perfil. En esta campaña los productores que quieran sembrar un trigo de ciclo largo, podrán hacerlo sin riesgo de quedarse con las bolsas de semillas en la mano”. En este marco, Alonso revela que la empresa está viendo una gran demanda de semillas, “especialmente en ambientes no tradicionalmente trigueros, como son el centro de Santa Fe, sur de Córdoba y Entre Ríos”. Para él, esto posiblemente se traducirá en un incremento de entre un 10 y 15% de la superficie triguera respecto de la campaña pasada -la peor en 100 años-.
Las razones por las que resulta conveniente apostar al trigo no son pocas: “Por un lado -plantea Alonso- permite hacerse de liquidez a fin de año y, como yapa, hay perspectivas de buen precio”. “Por otro lado, la rotación con este cereal trae muchos beneficios en el manejo de malezas resistentes a glifosato, ya que permite diversificar los principios activos y atacar a las malezas en el momento más importante (en estados vegetativos). Además, el trigo permite homogeneizar la fertilización”, añade. De cara al comienzo de la campaña, Alonso responde las principales preguntas que los productores que están pensando en sembrar trigo no pueden soslayar.
¿Qué hay que tener en cuenta al planificar la siembra?
Alonso: En primer lugar, está el componente varietal, es decir, elegir la genética de acuerdo al ambiente y al potencial de rendimiento. Como segunda cuestión, se debe precisar el objetivo, que en algunos ambientes puede apuntar solo a rendimiento, mientras que en otros se puede buscar también calidad. Para determinar eso, el productor puede recurrir a ensayos comparativos de rendimiento de la red de ensayos de trigo del INTA, o de AACREA, por ejemplo.
¿En qué fecha es conveniente hacer la siembra?
Es recomendable sembrar materiales de ciclo largo, en la medida en que se puedan sembrar en la fecha óptima, una condición que en esta campaña se está dando. Gracias a las buenas condiciones del suelo, se van a poder sembrar bien temprano, y es entonces cuando logran aumentar los potenciales de rendimiento, favorecen una mayor diversificación ambiental y una mejor ocupación operativa de la maquinaria. Hoy se cuenta con variedades que permiten sembrar desde fines de abril en la zona núcleo o a partir del 20 de mayo en la costa de la provincia de Buenos Aires. En la medida en que se atrase la fecha de siembra, conviene ir a variedades de ciclo intermedio.
¿Qué materiales recomiendan para las fechas ultratempranas?
Creo que es un buen año para diversificar ciclos. En ciclos largos, nosotros tenemos el Baguette 802 y el Baguette 801. El primero es un trigo con mucho potencial de rendimiento, más rígido, con requerimiento de frío, recomendado para la región triguera IV (sudeste de la provincia de Buenos Aires) y la II sur. En cambio, el 801 es un trigo sin requerimiento de frío, sensible al fotoperíodo, que tiene una ventana de siembra bastante amplia, y puede ser sembrado ahora en el norte de Córdoba. Esta variedad suma potencial de rendimiento y alta calidad industrial.
En ciclos intermedios, de nuestro portfolio, el material estrella de la última campaña fue el Baguette 601, de muy alto potencial de rendimiento, muy buena capacidad de macollaje, alto número de granos por metro cuadrado, buen comportamiento sanitario y una calidad de grupo II.
¿Cuáles son las expectativas de rendimiento de acuerdo a lo logrado en la última campaña?
En el ciclo anterior el rinde promedio fue de 29,6 qq/ha. Pero con buen manejo y acompañamiento del ambiente se han alcanzado hasta 100 qq/ha. En Entre Ríos se encontraron rindes de 55 qq/ha, en el centro de Santa Fe 50 qq/ha y 55 qq/ha en el norte de Buenos Aires. Entre 45 y 50 qq/ha en algunos ambientes de la zona núcleo sojera. Y más hacia la costa bonaerense, los rindes máximos ascendieron a 85 y 90 qq/ha.
¿Cuál sería la región que más va a crecer en superficie?
Yo creo que va a crecer Córdoba, el centro y sur de Santa Fe, y el oeste de Buenos Aires.
¿En lo que hace a nutrición cuáles son las claves?
Habría que apuntar a fertilizaciones con fósforo y azufre, no sólo para cubrir la demanda del cultivo sino también las demandas de la rotación con soja de segunda; y no sólo eso, sino también a toda la rotación, porque es el cultivo que mejor homogeiniza la fertilización, y el que permite trabajar con fertilizaciones más altas.
¿Qué hay que tener en cuenta para cuidar el cultivo de malezas y enfermedades?
Las malezas más complicadas para el trigo son las gramíneas, como raigrás, avena fatua, cebadilla. La dificultad con ellas no sólo pasa por las herramientas de control sino porque además son hospedantes de enfermedades que después se pasan al trigo.
En lo que hace a enfermedades, en las últimas campañas no hemos tenido episodios graves de roya, pero de todas formas es una enfermedad que siempre está presente. La otra complicada es el fusarium de espiga, una enfermedad que no aparece todos los años pero cuando lo hace es muy difícil de controlar. En el mejor de los casos, cuando se hacen controles químicos, se termina manejando el 50%. Por eso es importante diversificar el período de floración con diferentes materiales y fechas de siembra. Además, es importante estar atentos a las condiciones de humedad, y a los ambientes que son más susceptibles a la aparición de la enfermedad.
¿Hacia dónde se dirige hoy el mejoramiento genético?
Los trabajos de mejoramiento siguen buscando los máximos potenciales de rendimiento para cada ambiente, pero con una calidad comercial e industrial acorde a los requerimientos del mercado argentino y externo. Luego, mejorar el comportamiento sanitario, tanto a roya como a fusarium. Se buscan materiales que tengan mayor velocidad de secado. Y todo eso atado a otras características que vienen de la línea del germoplasma europeo, que es el buen comportamiento a vuelco, que permite obtener altísimos rendimientos sin la incertidumbre de que la variedad se te caiga, y por otro lado, el comportamiento a helada en pasto.