En el marco de la novena jornada de Escenarios Granarios, organizada por el Centro de Gestión Agropecuaria de la Fundación Libertad, el titular del Rosgan, Raúl Milano, planteó la coyuntura, desafíos y temores de la cadena ganadera.
Para el ejecutivo, hacer hoy un pronóstico es muy difícil, porque el sector se encuentra de algún modo atado al resultado electoral y a las políticas que se vayan a aplicar. “Nadie sabe que pasará hacia adelante; si volverán las restricciones, los ROE”, dijo. “Me parece que con la necesidad de dólares que tiene Argentina, gane quien gane, debería tratar de no “ordeñar” tanto a la vaca y dejarla que siga exportando y trayendo dólares”.
“Es una cadena que está en relativa buena situación, porque paso de 200 mil toneladas exportadas, a mas de 700 mil; en poco mas de 3 años, lo que demuestra la potencialidad y el empuje, además de la demanda mundial” destacó Milano. Al mismo tiempo, consideró necesario atender el consumo interno, “que esta bastante golpeado”. “Si la gente tuviera algo más de dinero en el bolsillo, mejoraría las ventas internas”, evaluó.
Temores
En el sector (una producción de mediano y largo plazo) reina la incertidumbre respecto de lo que vendrá. Porque como dicen en el campo, “el que se quema con leche ve una vaca y llora”. “Hoy, el toro que está preñando a la vaca, dará un novillo con otro presidente”, graficó Milano. No puede adaptarse rápidamente como quizá si puedan hacerlo otros sectores. “Las expectativas juegan muchísimo, la gente tiene preocupación, porque tiene muy fresco el periodo en el que se perdieron 10 millones de cabezas”, advirtió Milano. “Lo único que puede demostrar que eso no ocurra, es que cualquiera que llegue, mantenga la política expansiva”, agregó.
Coyuntura
El sector exportador, con un ingreso en dólares, tiene hoy un poder de compra mucho mayor y puede pagar más por la hacienda de exportación. Sin embargo, como todavía hay una oferta importante, no llega a pagar todo lo que puede; y eso lo hace más competitivo internacionalmente. “El precio del animal en pié en Argentina vale casi la mitad que en Uruguay; con lo cual si no lo traslada a los productores, el establecimiento exportador esta en una buena posición”, explicó Milano.
Por el lado del consumo interno, que representa casi el 80% de la faena, se pone más complicado. “Hay una oferta abundante, la gente no tiene poder de compra, y no convalida cualquier valor”, dijo el titular del Rosgan. Lo cierto es que así lo refleja Liniers, que hoy muestra valores previos a las elecciones primarias.
