Molina explicó que es un momento difícil. “El año pasado se llegó a una producción muy similar al record que fue en 2011, con 2,6 millones de toneladas de biodiesel, que equivalen a 2,8 millones de aceite, lo que im`plica moler 14 millones de toneladas de soja. Fundamentalmente se logró exportar compitiendo con el gasoil. Alrededor de 1,6 millón de tn se exportaron y 900.000 toneladas se colocaron en el mercado interno. La exportación dependió del precio del petróleo, ya que los compradores del exterior optan por el biodiesel cuando es más barato. Y esto permitió que la industria se recuperara”. “Este año, sin embargo, las exportaciones están muy caídas y esperamos en los próximos meses embarcar a Estados Unidos, abrir mercados alternativos, y mientras, mantenemos la esperanza de que surja un fallo favorable de la OMC al panel que está abierto contra el antidumping aplicado por Europa”, afirmó para Radio Colonia.
También comentó que “en cuanto al bioetanol, la industria no está exportando. Todo lo que produce lo coloca en el mercado local, y es competitiva, porque el precio que se fija está en función de los costos”, dijo.
Consultado sobre los últimos cambios en la fórmula de precios, Molina explicó que “Hubo una modificación en la fórmula de determinación del precio del bioetanol de maíz. Es un proceso que comenzó en septiembre del año pasado, cuando se estableció un aumento del contenido obligatorio de bioetanol en las naftas, que llegó al 10% en diciembre. Pero se diferenció el precio de bioetanol de caña que quedó por arriba del de maíz”, indicó.
Luego dijo para el programa “Siempre que llovió, paro”, que “la industria de maíz es nueva en la Argentina. Ya hay 5 plantas funcionando y la Secretaría de Energía fue ajustando la fórmula hasta que esta semana generó un nuevo cambio que mejora un poco el precio del bioetanol de maíz”.
En tanto, dijo que “hay un pedido de la industria azucarera y de los productores cañeros del NOA para que el gobierno aumente la obligación de uso de etanol en las naftas, que por lo menos en un primer momento pase del actual 10% a un 12%. El objetivo final es llegar a un 20%. En Brasil por ejemplo el contenido es de hasta un 27% y además hay comercialización de bioetanol puro para otro tipo de vehículos”.
Por último, en referencia a las retenciones, opinó que “favorece el agregado de valor local y el gran problema es que en los grandes mercados de destino hay altos derechos de exportación. No comparto para nada el aplicar retenciones a los granos, hay que encontrar tributos mucho más racionales, pero en el corto plazo genera inconvenientes si se eliminan. Hay que encontrar mecanismos para favorecer el agregado de valor local sin semejante carga sobre la producción primaria. Si las eliminas en un producto y no en otro, se puede generar un cambio violento en el uso del suelo, en cuanto a la preferencia de cultivos, finalizó”.
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