“El Niño” no impulsará el precio de los granos

En un artículo editado por el Banco Mundial (BIRF) en su último informe trimestral sobre”Perspectivas de los mercados de commodities” se observa un breve pero interesante análisis sobre las posibles implicancias que podría tener el fenómeno climático denominado “El Niño” sobre los mercados de commodities, entre ellos, el granario.

En el informe se formulan inicialmente tres preguntas: a) ¿Qué es El Niño?, b) ¿Cómo afecta en realidad el Niño a los mercados de commodities y materias primas? y c) Si el actual episodio “Niño” -el cual podría hacerse evidente en los próximos meses- puede llegar a desencadenar un aumento en los precios mundiales de los productos básicos agrícolas.

En primer lugar, El Niño es un fenómeno climático que se presenta cuando en la zona ecuatorial del Océano Pacífico se genera un aumento en la temperatura de las aguas en una vasta zona marítima. Las altas temperaturas causan fuertes precipitaciones -superiores a lo normal- en muchas regiones, especialmente en el Hemisferio Sur. El impacto más notorio se da en América del Sur, Este y sur de Asia, Australia; mientras que el impacto en el Hemisferio Norte es más modesto y de menor intensidad.

Los episodios de El Niño ocurren -por lo general- cada 2 a 7 años. Por lo general, se desarrollan durante abril-junio y alcanzan máxima intensidad durante diciembre-febrero. Por lo general, en América del Sur comienza a tener efecto a fin de octubre y se extiende hasta abril. A menudo el fenómeno El Niño es seguido por un fenómeno La Niña, donde bajan las temperaturas del Océano Pacífico por debajo de niveles normales y se registran períodos secos. El más fuerte fenómeno Niño se registró a nivel mundial en los años 1997 y 1998.

El impacto de El Niño es muy importante en Sudamérica para las producciones agrícolas. Sin embargo, hay zonas donde su acción es determinante, mientras que en otras áreas geográficas sus efectos son poco significativos. Así mismo en algunos cultivos no tiene demasiada relevancia y en otros sucede todo lo contrario, ya que puede provocar diferencias muy favorables en los volúmenes de producción. Por ejemplo, en Argentina, en el cultivo de Trigo -en un año Niño- no se advierten demasiadas diferencias en los rindes. Pero en soja y maíz, su acción puede ser determinante en los rindes promedios alcanzados. Es interesante recordar que El Niño no actúa sólo, o sea para expresarse necesita acoplarse a fenómenos regionales, que no son pronosticables en escalas de largo plazo. Por ejemplo, en caso de lluvias, El Niño tiende a incrementar el volumen y la extensión de los frentes, por el aporte de humedad extra que proporciona. También es cierto que tiende a aumentar los problemas de inundaciones y muchas zonas con riesgos hídricos suelen perder área cultivada, aumentando por un lado las pérdidas pero generando también (en algunos cultivos) aumentos de volúmenes de producción muy significativos.

Las principales conclusiones a las que arriba el Banco Mundial  en su informe son las siguientes:

a) El episodio de El Niño que podría evidenciarse en la campaña en curso podría llegar a ser uno de los más fuertes en el registro histórico mundial. Se espera que alcance su máximo impacto durante diciembre 2015-febrero 2016, es decir a principios del verano de 2016.

b) Los recientes pronósticos meteorológicos son coincidentes en que podrían persistir condiciones secas en América Central y algunas áreas de Sudamérica, mientras que se esperan mayores precipitaciones pluviales en Brasil y en el noreste de Argentina, una región clave para la producción de café, soja, maíz y otros granos.

c) Hasta el momento, tanto los precios mundiales de los granos como los valores domésticos nacionales no han experimentado un repunte importante, incluso en aquellos países que están ante una situación de riesgo por El Niño. El Banco Mundial tomó una muestra de 22 países de donde infiere que el precio promedio local del maíz aumentó sólo un 2,1% desde el primero al segundo trimestre de 2015 y los precios promedios domésticos del trigo y arroz cambiaron muy poco durante ese mismo período. En los mercados mundiales, el precio internacional del maíz, el trigo y el arroz se redujo en un 3%, 9,5% y 7,5%, durante el mismo período, respectivamente. Incluso las comparaciones de precios entre el segundo trimestre de 2015 y similar período del 2014, confirma leves cambios en los precios domésticos en la citada muestra de países.

d) En opinión del Banco Mundial, el impacto bajista que podría llegar a tener El Niño sobre los precios de las materias primas podría ser predominantemente local pero no global; ya que según el BIRF los mercados globales están actualmente muy bien abastecidos como consecuencia de las importantes producciones registradas en los últimos años y los altos stocks finales que se evidenciaron en los últimos ciclos. Según el BIRF, la relaciones entre existencias (stock final) y la utilización o uso para el maíz, el trigo y el arroz (un indicador que marca la abundancia de los suministros respecto de la demanda) están todos -numéricamente hablando- muy por encima de su promedio en los últimos 10 años, y en un nivel superior al del ciclo 2006-2007, cuando se empezó registrar la fuerte alza en los precios de los commodities que tanto benefició a Argentina.

e) La entidad considera poco probable que el actual episodio de El Niño cause un aumento en los precios agrícolas internacionales porque el impacto sobre los precios en los pasados episodios niños, ha sido muy limitado y de leve magnitud. El Banco muestra en el informe un gráfico con la evolución de los precios de los commodities desde 1980 a 2014 que certifica esta conclusión. En el pasado, los niños no tuvieron un impacto determinante sobre el precio internacional de los granos. 

f) El banco considera también que el actual episodio de El Niño difícilmente cause un aumento en los precios agrícolas internacionales debido a que existe una débil correlación y vínculo entre los precios locales y los internacionales, especialmente para los pequeños países en desarrollo. Sostiene que podría tomar mucho tiempo para que cualquier caso Niño en un país determinado afecte a los mercados mundiales. En tal sentido indica que la correlación débil entre los precios nacionales y mundiales ha sido muy bien documentada en la literatura y que, de hecho, los precios internos son impulsados por una serie de factores específicos de cada país, incluyendo los patrones climáticos, los movimientos de divisas, los costos de transporte (desde chacra o fábrica a puertos), las diferencias de calidad y las políticas comerciales nacionales.

g) No obstante, el organismo deja sentada una posibilidad: que El Niño pueda llegar a afectar gravemente a un gran país productor. Cuando se habla de grandes naciones productoras, uno automáticamente piensa en Argentina y Brasil con la soja y el maíz. Pero la experiencia reciente muestra que los precios subieron fuertemente en los casos de un escenario Niña como el de la sequía de la campaña 2008/2009 en Argentina, más que en los años de fuertes lluvias. (Julio Calzada – Cristian Russo – BCR)

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