“El Mercosur está conformado por países que dependen mucho de su relación, pero lamentablemente el objetivo fundador del bloque, de coordinar políticas macroeconómicas y sectoriales en el seno del mercado, ha quedado un poco olvidado”. La frase pertenece al asesor de la Federación de Acopiadores Leandro Pierbattisti, quien moderará un panel dedicado a debatir las fortalezas y deudas pendientes del Mercosur en los mercados internacionales de granos, en el marco del seminario Agrotendencias 2014.
Se trata de la décima edición del “Outlook de la Argentina”, donde año a año se desmenuzan la actualidad y las perspectivas de los mercados de granos y carnes. La cita es el 24 de septiembre en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Av. Corrientes 127, Ciudad de Buenos Aires.
El Mercosur controla el 55% de los intercambios mundiales de soja, casi el 70% de las exportaciones de harina y el 61% del aceite hecho a base de esta oleaginosa. Brasil, en los últimos 10 años, aumentó un 115% sus exportaciones de soja, Uruguay las quintuplicó y Paraguay las duplicó. En maíz, en ese período, Brasil multiplicó en más de 20 veces sus envíos al exterior, mientras que Paraguay pasó de exportar 400.000 toneladas a las 3 millones actuales. Además, Uruguay, que no exportaba trigo hasta hace unos años atrás, llegó a colocar en 2011/12 casi 2 millones de toneladas en los mercados internacionales. “Todo esto da cuenta de la importancia mundial del bloque en cuanto al suministro de alimentos”, resalta el analista.
“Sin embargo, el bloque tiene debilidades estructurales desde la firma del Tratado de Asunción en 1991 –que dio nacimiento al bloque– y que se fueron reforzando con los últimos años”, señala Pierbattisti, y enumera: “En primer lugar, la asimetría económica entre los países que lo conforman traba originalmente la integración regional. Con sus proporciones continentales, Brasil cubre el 60% del PBI del Mercosur, el 70% del territorio y el 80% de la población del bloque. En segundo lugar, este país tuvo desde el inicio objetivos geopolíticos que no son del todo convergentes con los de sus socios, ya que se propuso expandir desde un inicio las fronteras del Mercosur para hacerles frente a los Estados Unidos y a la Unión Europea, mientras que los otros países pretendían reforzar los lazos internos y regionales”.
“Además, –explica Pierbattisti– existe una reticencia de los países que conforman el bloque por ceder una parte de su soberanía a una autoridad supranacional, a diferencia de lo que ocurrió con la Unión Europea”.
“Existen muchas políticas que deberían planificarse a nivel regional que hoy siguen resolviéndose en el seno de cada país por separado”, sostiene Pierbattisti, y ejemplifica: “comparten la misma matriz logística: un elevado porcentaje del transporte dedicado al camión y muy poco al ferroviario y fluvial. El colmo es que siendo tan elevado el transporte automotor existen diferentes criterios de aplicación en los pasos fronterizos, lo cual conlleva un sobrecosto logístico debido principalmente a la demora burocrática. Todo esto debería analizarse y planificarse desde el punto de vista regional”.
Pierbattisti hace hincapié en que, aún siendo el bloque regional el mayor productor de alimentos del mundo y el cuarto en importancia económica (controlando las mayores reservas energéticas, minerales y naturales del mundo), posee debilidades de origen que interfieren con sus reales potencialidades en términos económicos.
El seminario organizado por la Federación de Acopiadores contará con la presencia de tres representantes de Brasil, Uruguay y Paraguay, que presentarán la situación en cada uno de esos países en primera persona. “En este sentido, esta edición de Agrotendencias es una oportunidad única para conocer y entender la realidad de estos socios del Mercosur, y a partir de allí debatir las potencialidades de la integración regional”, señala Pierbattisti, y detalla que “esto incluye tratar aspectos como el transporte, la infraestructura, la integración público-privada –hay ejemplos concretos muy exitosos tanto en Brasil como en Uruguay y Paraguay–, el agregado de valor y las perspectivas que cada uno de estos países tiene con respecto al futuro”.