El maíz en un escenario de alta productividad

El sembrado en diciembre y las sojas de segunda serían muy beneficiados por las últimas lluvias.

El maíz sembrado en diciembre y la soja de segunda recibieron las lluvias también en un momento muy oportuno, justo antes de ingresar a su periodo crítico. Y pueden ser los más beneficiados por este evento ya que han quedado con condiciones óptimas para el desarrollo. Esto significa que están en un escenario de alta productividad.

En muchas zonas se comenta que las sojas de segunda pueden quedar al mismo nivel productivo que las de primera y que los maíces tardíos incluso pueden superar a los tempranos. Pero aún queda bastante por transitar y en 10 a 15 días más necesitan el retorno de las lluvias para mantener el potencial de rinde en el periodo más crítico.

La soja de primera dio vuelta el partido

La oleaginosa perdía día a día milímetros vitales y no parecía haber manera de ganarle a la falta de agua que se arrastra desde febrero del 2020. Pero al fin el cambio de escenario se materializó. La condición de la soja de primera pasó de un 30% regular y mala al 14%. Y en condiciones muy buenas a excelente hay ahora casi 2,5 M de ha. O sea, que las regulares y malas se redujeron a la mitad y las muy buenas a excelentes ocupan el 50% del área sembrada. El porqué de esto está en que la región recibió desde el 27 de enero al 4 de febrero 100 mm de promedio. Y fue justo en la fructificación, etapa en la que ahora está el 80% de la soja. El área que ha quedado más vulnerable es el NO bonarense que recibió poco más de 40 mm. Allí, va a haber una reacción positiva pero estiman una caída irreversible de 8 a 10% en el rinde. Otra zona complicada era el oeste cordobés. Allí dicen que va a haber mermas de rinde porque había comenzado el periodo crítico sin cerrar el surco. Pero tras los 200 mm de esta semana estiman promedios de 42 qq/ha. En el centro y sur de Santa Fe estiman 40 a 45 qq/ha. Incluso en Baradero, en el castigado este bonaerense, también hablan de alcanzar 42 qq/ha de promedio. Pero las lluvias de febrero deben seguir acompañando. Aunque ahora, con los suelos cargados, la exigencia sobre el segundo mes del 2021 es muy diferente.

Fuente: GEA

 

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