Es que algunos de los principales factores que son tenidos en cuenta por los compradores externos se han deteriorado debido a la ausencia de la Argentina en los mercados mundiales durante los últimos años. Ahora, el país se enfrenta al desafío de recuperar su condición de proveedor confiable ajustándose a los requerimientos de calidad que tienen los mercados. Precisamente, los factores que hacen a la competitividad de este tradicional cereal argentino serán otros de los temas que se analizarán y debatirán en A Todo Trigo 2015, el encuentro organizado por la Federación de Acopiadores que se realizará en el Sheraton de Mar del Plata el 29 y el 30 de abril.
A la hora de analizar la fluidez de las ventas externas del cereal argentino, Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores, asegura que la incidencia de la política es clave, ya que “puede permitir a un exportador acceder a un mercado o bien excluirlo del mismo”. En el caso de la Argentina, queda en evidencia que las restricciones cuantitativas a las exportaciones, que comenzaron durante la campaña 2006/07 y que aún se mantienen vigentes, han provocado una fuerte erosión de ventas de trigo hacia Brasil, su principal cliente vecino, y la casi desaparición del trigo argentino en el resto de los mercados a partir de la campaña 2012/13. Hasta el ciclo comercial 2006/07 entre el 80 y el 90% de las importaciones brasileñas de trigo eran de origen argentino, mientras que en la campaña 2013/14 cayeron al 19%.
Adicionalmente, al adelantar uno de los más de veinte temas que se debatirán en los tres salones que durante los dos días concentrarán todas las miradas de los intereses trigueros del Mercosur, el especialista señala que también se han deteriorado otros factores importantes que juegan en la decisión de los compradores externos. “Lamentablemente las políticas públicas aplicadas en estos últimos años en nuestro país no han tenido en cuenta ni el aspecto bilateral ni el ligado a la proximidad cultural y geográfica”, expresó.
Por último, la calidad de los granos es el otro gran elemento de peso en las decisiones del mercado internacional triguero, ya que, junto con el precio, constituyen los cimientos de la competitividad. Al respecto, Pierbattisti sostiene que no es sencillo determinar cuál es la imagen que presenta actualmente el trigo argentino en el mercado mundial debido a que desde la campaña 2011/12 es difícil encontrar a este cereal más allá de las fronteras brasileñas.
Con respecto a la calidad, se debe destacar que históricamente el trigo argentino fue considerado como un trigo capaz de aportarle tenacidad a las harinas, por lo que siempre se lo utilizó como corrector en las mezclas de diferentes orígenes que realizan los molinos de otros países. Debido a esto, los mercados externos mantienen exigencias elevadas para los trigos argentinos. Es lo que también ocurre con Brasil, que posee una producción propia que no alcanza a satisfacer las exigencias de calidad de los molinos brasileños y por lo tanto requieren ser corregidos con trigos “de fuerza” para satisfacer los requerimientos de panificación.
De esta forma, queda claro que para volver a conquistar los mercados externos, al trigo argentino con la fama no le alcanza.