En la semana que paso los mercados agrícolas de referencia y local, operaron con reducción de jornadas por distintas festividades, con cambios en las cotizaciones con días negativos y otros positivos.
Esta semana comenzó con saldo muy negativo, especialmente para la soja a partir de las lluvias que se registraron durante el fin de semana en las regiones productoras de Sudamérica.
Hubo precipitaciones en Argentina y Brasil que ayudaron a continuar con las siembras y el desarrollo de los cultivos aunque la interpretación del mercado hacia sido con mayor presión de lo esperado en las cotizaciones por la diversidad del milimetraje y la cobertura.
Los precios en Chicago necesitaban alguna noticia bajista para registrar una toma de ganancias frente a las subas acumuladas en el último mes de más de usd 49 por toneladas para la soja y usd 9 para el maíz en EE.UU.
La mejora el clima en Sudamérica es el factor que puede limitar la continuidad de nuevos aumentos en los precios del maíz y la soja cuento estamos recién comenzando el mercado climático sudamericano.
El comportamiento alcista que hemos registrado en los precios fue mayormente producto de los ajustes de la oferta estadounidense a partir de la menor cosecha de maíz y soja de lo inicialmente esperada junto al impulso de la demanda china.
Ambos factores ya están volcados en los valores futuros de los granos con nuevas noticias respecto de la demanda de exportación de maíz a partir de los últimos negocios informados por el USDA y e estimaciones de algunos analistas que esperan que el país asiático pude llegar a comprar hasta 30 M de ton de maíz este año.
Al factor de demanda se le suma la preocupación de los cultivos en Sudamérica más allá de las recientes precipitaciones.
En un año con el fenómeno La Niña instalado es de espera su impacto de menor producción en Sudamérica que afecta a Argentina y al sur de Brasil sin afectar en la misma magnitud a la región noreste y noroeste del país.
El sur de Brasil llega a representar el 30% de la cosecha de soja que, con menos humedad temprana para las siembras y escasez de las mismas durante el desarrollo, impactara en la producción final 2020/21.
Al obtener el principal productor mundial una menor cosecha, con bajos stocks de la oleaginosa en EE.UU., los fundamentales con la proyección de demanda de importación de 100 Md e ton de China, continúan siendo alcista más allá de las recientes lluvias en Sudamérica.
En Brasil y Argentina las necesidades de agua superan los últimos registros y los pronósticos de los próximos días.
Las bajas de los precios tampoco hicieron despertar las alertas de los productores que todavía no tomaros los precios disponibles y futuros.
La preocupación de ellos está en la posibilidad de sembrar los cultivos y luego poder cosechar ante el contexto actual que están viviendo con el trigo.
En nuestro país está avanzando la recolección del cereal que comenzó en el norte con resultados muy pobres, avanzando hacia el sur con rindes muy decepcionantes en distintas zonas de la provincia de Córdoba y Santa Fe que lleva a los productores a tener comprometido por negocios anticipados hasta el 80% de la cosecha obtenida.
Con la cosecha se materializan los bajos resultados productivos que se proyectan para el ciclo 2020/21 del cereal, con una cosecha estimada de 16 a 17 M de ton, un 14% debajo del ciclo anterior cuando habíamos comenzado en 21 M de ton.
La caída en la producción de trigo lleva a reducir la oferta por parte de los productores frente a una demanda también tranquila ante la ausencia de negocios de exportación por los altos precios FOB.
Argentina tiene que competir con la oferta australiana que se recuperó luego de dos años de bajas producciones y que regresa a los mercados asiáticos que nuestro país había abastecido en el pasado.
El trigo argentino está por arriba del precio de Australia, de Francia y de Rusia, solo superado por el cereal de EE.UU. que igualmente puede llegar con mejores precios a Brasil por el cupo de importación libre del AEC que puede comprar nuestro vecino.
Así el cereal, aun con una menor cosecha, podría encontrar una baja en sus cotizaciones por la falta de competitividad exportadora y oferta de los productores que, aun con menor producción, prefieren desprenderse del cereal y guardar la soja y el maíz.
Con los granos que restan el productor tiene que llegar a la próxima cosecha que comienza con gran incertidumbre a partir de las limitaciones de humedad como se presentó en las campañas 2011/12 y 2017/18 con resultados productivos debajo de lo esperado que impacto en la situación económica del productor.
Ni los altos precios alcanzados por la soja mayo de usd 310 por ton y los usd 190 del maíz abril generaron el aluvión de negocios que en otro momento se podría esperar. Igualmente la operatoria en el mercado a término continúa con un volumen que muestra que no son pocos los que planifican una mejor comercialización.
Lo que viene…
El mercado agrícola esta ávido de noticias bajistas y las recientes lluvias se consideraron para realizar toma de ganancias. Sin embargo, otros factores siguen siendo sostén para los precios cuando el mercado climático sudamericano recién comienza.
Los otros factores a seguir son:
– Posición de los fondos especuladores
– Evolución del dólar
– Precio del petróleo
– COVID en el mundo
– Avance de las siembras en Sudamérica
– Ventas de los productores locales
Autora: Lorena D´Angelo , Analista de Mercados y Asesora Comercial