“La presión impositiva pasa a ser un costo, y sobre todo a nivel agropecuario porque en otras actividades se puede trasladar algo a precio, pero el productor no es formador de precios, entonces todo pasa a ser un mayor costo”, explicó Guillermo Mac Loughlin, asesor impositivo.
El especialista destacó, además, que “el aumento de la presión fiscal provincial y nacional es alarmante, pero más alarmante aun es el tema municipal”. Dijo que ve “una imaginación tributaria en algunos concejales o intendentes, que buscan exprimir la vaca, pero esta ya no tiene más leche”. Para el experto, “cada uno vive aislado en su mundo y cree que se pueden sacar impuestos de cualquier lado”.
Consultado sobre la potestad de los distritos pata fijar gravámenes, Mac Loughlin explicó que “es una vieja discusión. La teoría dice que los municipios no tienen facultad impositiva. Solo pueden aplicar tasas, y estas deberían cubrir el costo del servicio que supuestamente prestan. Ahora, en los últimos tiempos, esas tasas no tienen nada que ver con los costos de la prestación del servicio y se usan para renta en general. O sea, se destinan fondos para cualquier fin, específico o no. Ha habido planteos judiciales, algunos han prosperado, pero hay otros, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, donde le han dado cierta potestad de poder recaudar algo de impuestos a los municipios”, dijo por Radio Colonia.
En cuanto a las posibilidades de los contribuyentes ante esto, el especialista no fue demasiado optimista. “Aparentemente las posibilidades son de presión política más que de presión legal, pero no está cerrada la posibilidad de presentar algún recurso, aunque la vía es larguísima porque hay que presentarse primero administrativamente ante el municipio, después hay que ir a la justicia provincial y eventualmente, después, ir a la justicia nacional”, dijo para Siempre que llovio, paro.
“Quizás está mal planteado el tema y las provincias de alguna manera se hacen las víctimas de esto, pero en realidad son responsables porque los gobernadores están en sintonía con muchos legisladores, y los legisladores nacionales son los que le dan carta blanca al Gobierno Nacional para recaudar todo lo que quiera, y quedarse con la parte más pequeña del botín, cuando debería ser al revés, la Nación debería tener un porcentaje equitativo y el grueso de la recaudación debería estar a nivel provincial y de ahí pasar a nivel municipal.Pero acá todos están suplicándole a la Nación una coparticipación muy pequeña, y después la dadiva de los envíos directos que hace la Nación a algunos municipios que están bendecidos con el favor y otros no”, dijo.
