En 2020, más de 600 personas se han capacitado en forma gratuita elevando la profesionalización del sector.
La agroindustria constantemente demuestra con hechos ser el sector más competitivo y dinámico del país. No solo es el principal generador de divisas, también incide fuertemente en el campo laboral: las cadenas agroindustriales generan 2 de cada 10 empleos privados a nivel nacional, es decir, más de una quinta parte de los trabajadores privados que dinamizan la economía provienen del agro y la industria. En ellos radica la responsabilidad de mantener los altos niveles de competitividad del sector, un desafío que depende en gran medida de la capacitación y que la Federación de Acopiadores, CONINAGRO, el Centro de Exportadores de Cereales y la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS) decidieron asumir al crear INCAGRO.
El Instituto de Capacitación Agropecuaria (INCAGRO) nació a partir de la necesidad de brindar mayores herramientas y profesionalización al personal de rama acopio/rama cerealera. La propuesta educativa incluye la realización de cursos de duración anual, con dictados de clases virtuales y presenciales, y emisión de certificados de evaluación y asistencia. El Instituto se financia a partir de la contribución patronal obligatoria del 1% de los salarios básicos del personal comprendido en Convenio Colectivo de Trabajo 130/75, Rama Cerealera y está homologado ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
“Son las mismas empresas empleadoras quienes aportan por ley para que sus recursos humanos se mantengan entrenados y capacitados en una amplia gama de temas que hacen a la actividad. Disponer de contenidos de calidad y acordes a las necesidades actuales es un desafío que desde la Federación de Acopiadores de Cereales, CONINAGRO, el Centro de Exportadores de Cereales y la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS) decidimos asumir. No solo se trata de formarse, sino de hacerlo bien y de la mano de los profesionales referentes en cada tema”, explica Raúl Dente, a cargo de la presidencia de INCAGRO.
Según un reciente estudio de Fundación FADA, si se tiene en cuenta el empleo privado más el público, las Cadenas Agroindustriales explican el 18% del total del empleo en Argentina. El eslabón primario es el mayor generador de trabajos demandando el 38% de la mano de obra. La comercialización, considerando ventas al por mayor y menor, ocupa el segundo lugar con el 26%, la industria representa el 21% y las cadenas proveedoras de bienes y servicios como insumos, bienes de capital, servicios conexos, transporte y logística demandan el 15%.
Detrás de todo este movimiento y empuje competitivo hay un gran número de personas que a diario se enfrentan a la necesidad de capacitarse y entrenarse para estar a la altura de las nuevas tecnologías y los desafíos constantes. Recordemos que se trata de una actividad cuyo gerenciamiento, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), debe liquidar al menos 163 impuestos en los tres niveles de gobierno existentes en Argentina: nacional, provincial y municipal.
Y la del gerenciamiento es solo una de las complejas aristas que enfrenta la actividad. También están los desafíos ambientales vinculados a la sustentabilidad y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías digitales, de IA, que aportan una nueva dimensión.
La propuesta de INCAGRO para 2020 (que en pandemia se viene realizando en forma totalmente virtual), abarca 14 módulos, compuestos por 27 clases virtuales. Siete de sus módulos fueron correlativos con los desarrollados en el 2019, cuando se dictaron un total de 16 clases. Otra herramienta de actualización profesional son los video informes que se actualizan semanalmente. A la fecha se publicaron 38, completando un total de 99 desde el nacimiento de INCAGRO. A su vez, en lo que va de 2020 se han capacitado más de 650 personas pertenecientes a la rama cerealera.
La lista de contenidos abarca desde los aspectos impositivos de la cadena agraria, hasta las distintas regulaciones y operatorias comerciales del mercado de granos, pasando también por el conocimiento de las buenas prácticas agrícolas para mejorar la sustentabilidad del negocio, las reglas y oportunidades del comercio de granos o la actualización sobre temas clave como las perspectivas climáticas, entre otros. A su vez, se aportan capacitaciones circunscriptas exclusivamente a optimizar las tareas administrativas cotidianas de las empresas, como el uso eficiente de herramientas Excel y Power Point, o la liquidación de sueldos y jornales.
En el último ciclo se incorporaron nuevas temáticas al programa, como seguridad e higiene, el aporte de las Ag-tech, el rol de las mujeres en el agro, o cómo gestionar el traspaso generacional en las empresas familiares.
Para el desarrollo de estas actividades, INCAGRO posee una plataforma virtual desde la cual se accede a toda la oferta educativa disponible que culmina en todos los casos con un certificado de aprobación o de cursada. En el futuro, el Instituto tiene planeado acercar sus propuestas de capacitación profesional de forma presencial a todas las regiones del país con un ciclo de jornadas.
Todas las clases y cursos son totalmente gratuitos para aquellas personas pertenecientes a empresas del sector cerealero que se hayan registrado en INCAGRO. En el último año, más de 130 firmas confiaron en el Instituto la formación y capacitación de sus empleados con los más altos estándares de calidad.
