De allí que hemos considerado importante analizar como ha venido evolucionando –en los últimos nueve años- las compras de poroto de soja de la República Popular China a los principales países productores: Estados Unidos de América, Brasil y Argentina.
No debemos olvidar que China es el principal importador de poroto de soja del mundo, ya que de un total de 97,9 millones de toneladas que se comercializaron a nivel mundial en la campaña 2012/2013, China adquirió 59,8 millones de tn., aproximadamente el 61% del total.
Nuestro análisis ha permitido observar que USA y Brasil dependen cada vez más de China en sus exportaciones de poroto de soja. Argentina muestra una menor dependencia que sus rivales productores.
Empezamos analizando -en primer lugar- a los Estados Unidos de América. En la campaña 2005/2006 del 100% de las exportaciones estadounidenses de poroto de soja, un 37% se vendió a China. En el 2013/2014, actual campaña comercial iniciada el 1 de Setiembre de 2013, ese porcentaje estaría ascendiendo al 62% de total comercializado por USA, cifra sin precedentes en años anteriores. Esto estaría evidenciando que –con el correr de los años- los Estados Unidos va dependiendo, cada vez más y de manera creciente, de lo que pueda suceder con la demanda china de poroto de soja y la evolución de sus variables macroeconómicas.
Este mismo fenómeno se está dando con la República Federativa del Brasil. En el ciclo 2005/2006, el 41% de las exportaciones totales se vendieron al gran país asiático. Fueron 10,6 millones de toneladas sobre un total de 25,9 millones de toneladas exportadas. Siete años después, en la campaña 2012/2013, esa participación relativa de China en las ventas brasileñas se elevó al 71% del total, ya que se despacharon al país asiático cerca de 29,7 millones de toneladas de poroto sobre un total comercializado de 41,9 millones de tn.
Distinto es el caso de Argentina donde su dependencia con China es menor. Esto puede verse tanto en valores relativos como absolutos. En lo referido a porcentajes, en el ciclo 2005/2006 China le compraba a Argentina el 80% del total exportado en poroto de soja. Fueron 5,8 millones de toneladas sobre un total de 7,2 millones de toneladas vendidas al exterior. En la campaña 2012/2013, la participación relativa de China en las ventas argentinas se redujo al 73% del total: se despacharon a Puertos Chinos aproximadamente 5,6 millones de toneladas de poroto sobre un total de comercializado de 7,7 millones de tn.
Si bien cifras del 70 al 80% son -sin dudas- significativas, Argentina muestra una caída gradual en la participación relativa de sus ventas de soja a China en los últimos años, especialmente desde el ciclo 2008/2009. En valores absolutos, también Argentina está menos expuesta que USA y Brasil; ya que las ventas de poroto de soja argentino al gigante asiático son menores que las registradas por estos países competidores. En efecto, en la campaña 2012/2013, Argentina comercializó con China 5,6 millones de toneladas, en tanto que Brasil le vendió –en la misma campaña- 29,7 millones de toneladas y Estados Unidos 21,5 millones.
Si comparamos las importaciones totales de poroto de soja realizadas por China en la campaña 2012/2013 (la cual ascendió a 59,8 millones de toneladas) con las ventas que le hicieron en ese año Argentina, Estados Unidos y Brasil; observaremos lo siguiente: Argentina es el país que menos le vendió a China. Nuestro país le despachó el 9,4% del total de las importaciones efectuadas por China en ese año (5,6 millones de toneladas). Brasil le vendió el 49,6% (29,7 millones de toneladas) y USA le despachó 21,5 millones de toneladas, las cuales representan el 36% del total de importaciones chinas de poroto de soja.
Un dato importante es el siguiente: los tres países sumados le proveen a la República Popular China el 95% de las compras de poroto de soja que realiza anualmente.
Otro dato adicional a tener en cuenta es que Estados Unidos y Brasil muestran aumentos significativos en sus exportaciones anuales de poroto de soja desde la campaña 2005/2006 hasta el presente (Ver cuadro N°1). En cambio las ventas externas de Argentina en los últimos dos años fueron casi similares a las del 2005/2006, estando estabilizadas en los 7,6 y 7,7 millones de toneladas.
La menor dependencia que registra comparativamente Argentina respecto de las compras chinas de poroto de soja, tiene que ver con el hecho de que nuestro país destina una parte importante de su producción de soja a la industrialización, con el objeto de obtener harina de soja, aceite de soja y biodiesel. El 94/96% de estos productos se comercializan en el exterior. En la campaña 2012/2013, de 48,3 millones de toneladas de soja que cosechó nuestro país, aproximadamente 34 millones de toneladas se destinaron a crushing para obtener los productos citados. El negocio argentino pasa por la venta en el exterior de estos productos industrializados debido a que cuenta con el segundo complejo industrial más importante a nivel mundial. En lo referido a capacidad teórica de crushing medida en toneladas por día, la República Argentina cuenta con industrias que pueden moler aproximadamente 206.000 toneladas diarias. Todas las fábricas del Gran Rosario tienen una capacidad conjunta equivalente al 77% de ese total (158.950 toneladas/día).
De todos modos, estamos en presencia de un mercado globalizado. Cualquier información sobre problemas macroeconómicos en China o menores compras de soja del país asiático a Estados Unidos y a Brasil impactan habitualmente en el mercado de referencia del poroto, el Mercado de futuros de Chicago (CBOT).
Inevitablemente, si se producen bajas de precios en Chicago, éstas se traducirán en menores valores FOB de exportación y menores precios para el productor argentino. A pesar de la menor dependencia que tiene -comparativamente- Argentina respecto de las compras chinas, es imposible escapar a lo que le suceda con China, Brasil y Estados Unidos.
De alguna forma, que Estados Unidos y Brasil dependan cada vez más de las compras Chinas, habla de un mercado de futuros (Chicago) que en soja será cada vez más volátil en sus precios a las noticias que lleguen desde el Gigante Asiático. Y esto repercutirá, para bien o para mal, en los precios que percibirá el productor argentino por su mercadería.
Autor: Julio Calzada – Fuente: BCR