“Desafíos urgentes para la inserción internacional” fue el título de esta primera conversación de la que participaron Gustavo Grobocopatel (Grupo Los Grobo), David Miazzo (Economista Jefe FADA), Jorge Castro (Analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico) y Pablo Sívori (Subsecretario de Comercio Internacional y Promoción Comercial en la Cancillería).
“Hoy se compite mundialmente por la capacidad de innovación y por el aumento de la productividad. Básicamente se compite a través del conocimiento. Argentina es un país altamente competitivo, cuya ventaja comparativa central no son sus extraordinarios recursos naturales si no la excepcional riqueza y creatividad de su capital humano”, afirma Castro.
En esta charla sobre el comercio internacional se habló mucho sobre las dos potencias mundiales de hoy y su relación: China y Estados Unidos. “Hoy el mercado mundial está prácticamente monopolizado por Estados Unidos y China, ¿Esto es una oportunidad o un riesgo? ¿Qué implica este mundo bipolar?”, se pregunta Grobocopatel.
“Acá no hay guerra fría de ningún tipo, no hay que elegir entre dos potencias que se dividen el mundo. Lo que hay que ver es qué es lo que está en juego en el mundo de hoy. El pensamiento estratégico es un esfuerzo sistemático de simplificación, que se concentra en establecer qué es lo esencial de la época y qué es lo accesorio y despreocuparse de lo accesorio y concentrarse en lo esencial. En esta época por ejemplo lo esencial es el conocimiento de avanzada de la cuarta revolución industrial”, expresa Castro.
“El gran desafío es lograr una alianza virtuosa entre lo público y lo privado. Es modernizar la diplomacia a una diplomacia comercial, agresiva, que entienda el negocio. Estamos acostumbrados a una diplomacia de carácter política más que a una comercial. El desafío es trabajar juntos para acomodar la diplomacia a la velocidad y las necesidades de los nuevos negocios”, sostiene Sívori.
El economista de FADA David Miazzo presentó datos del informe Monitor de Exportaciones Agroindustriales para enfatizar en los destinos y los podios que ocupa Argentina a nivel mundial con sus productos. “Tenemos cadenas que dependen de las exportaciones, y un mundo donde nuestros productos son importantes: somos el primer exportador mundial de harina y aceite de soja, de jugo y aceite de limón, maní, maíz y porotos. El segundo de yerba y el tercero de soja”.
“Cuando vemos lo que exportamos como país nos encontramos con productos como soja, maíz, cebada, peras y manzanas, yerba, uva, té, limón, entre muchos otros. Al escuchar esas cadenas productivas, es inevitable imaginar distintas partes del país. Esa es una de las características de las cadenas agroindustriales, el federalismo que tienen, que generan empleos a lo largo y ancho del país, en lugares donde muchas veces no hay otras actividades económicas”, señala Miazzo.
Como premisa global, los cuatro especialistas coinciden en la necesidad de apostar por el desarrollo de la ciencia, la tecnología, el conocimiento. Ese es el camino a seguir para lograr competir a nivel mundial. “El poder en nuestra época no es ni el territorial ni el económico ni el militar. El poder en nuestra época es el dominio de las tecnologías en esta cuarta revolución industrial, que son fundamentalmente 3: la inteligencia artificial, la internet de las cosas y la robotización”, concluye el analista internacional Castro.