A horas de la asunción de la nueva administración nacional, CRA emitió un comunicado que tituló como “El compromiso ético de elegir a los mejores”. Dice lo siguiente:
“Uno de los valores más apreciados en el campo es el cumplimiento de la palabra empeñada, el apretón de manos que deja sellado comercialmente todo tipo de negocio; quien la honra, pertenece al grupo de los confiables, de los serios de quienes cumplen lo que dicen”.
“Después, están los que, comercialmente hablando, desaparecen, llegan a una zona, realizan varias operaciones y de repente nadie más los ve, solo quedan las consecuencias, los lamentos y las pérdidas”.
“Lo que resulta intolerable es que quienes pertenecen o han pertenecido al segundo grupo, a los incumplidores, a los sin palabra, a los que se esconden o desaparecen o mudan de zona, se reciclen o intentan reciclarse en la función pública”.
“El campo detesta a estos oportunistas, que, tras un pasado oscuro, pretenden mimetizarse en un Gobierno nuevo. Resulta sencillo saber quién es quién, a la hora de elegir futuros funcionarios públicos, en el campo, decimos “somos pocos y nos conocemos mucho”.
“Hartos de corruptelas, chocolates y yates de lujo, esperamos con ansiedad, que quienes asuman responsabilidades de Gobierno, sean elegidos por la simbiosis de su preparación técnica y las conductas personales de su pasado, solo así, se podrá mantener la esperanza en un cambio surgido desde la política y que redunde en una nueva relación entre el Estado y los particulares”.