Con la pandemia de Covid-19 afectando a todo el mundo, la necesidad de tener un sistema alimentario resiliente, que pueda superar las dificultades, queda más clara que nunca. Justamente ese es el tema central del Diálogo por el Futuro de la Agricultura, que organiza Bayer y que ya tuvo su segundo capítulo de este año 2020, en forma virtual.
En el contexto del coronavirus, la cadena alimentaria global se ve amenazada, en el momento en el que el mundo más necesita de ella. Por eso, Bayer Crop Science reunió a un conjunto de protagonistas del agro, de distintos continentes, para analizar los desafíos que plantea la actualidad.
Heixe Axmann, una experta de Holanda en cadenas de alimentos frescos y su logística, advirtió que, en muchos casos, debido a la caída de la demanda de restaurantes y el turismo, se pierde hasta el 50% de lo que se produce. “Eso está poniendo en riesgo la subsistencia de muchos agricultores”, manifestó. En ese sentido, reclamó “una acción urgente para ayudar a quienes sufren ese problema, particularmente en los países más pobres del mundo”.
Luego, Manuel Otero, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), informó que, a pesar de las dificultades, la exportación de alimentos a nivel global creció un 6,7% en los últimos meses, más allá de la baja que se dio en el comercio mundial. Destacó que eso marca el lugar estratégico que ocupan los alimentos, por lo cual dijo que la agricultura “no puede parar, porque es absolutamente esencial para proteger la seguridad alimentaria y la salud de las personas”.
Por su parte, Dirk Backhaus, director de Abastecimiento de Bayer Crop Science, recordó que la compañía hizo “un esfuerzo enorme para que nuestros productos siguieran llegando a los productores de todo el mundo, pero al mismo tiempo cuidando la salud de nuestros empleados y proveedores”.
Backhaus puntualizó que uno de los ejes con los que piensan todos los procesos es la innovación, al que también se suma otro punto central: la sustentabilidad. “Que el sistema de producción sea sustentable desde el punto de vista ambiental, pero también en los aspectos económico y social, es clave para nosotros”, manifestó.
Precisó que, por ese camino, y para alimentar a 10.000 millones de habitantes que tendrá el planeta en 2030, “se debe producir en cada lugar del mundo lo que resulta más eficiente, para lo cual el libre comercio también es importante y debemos colaborar con todas las cadenas productivas y con los gobiernos para que eso sea posible”.
También participó del evento John Kowalchuk, un productor canadiense, quien brindó su testimonio sobre los ajustes que tuvo que hacer en su trabajo, sobre todo en cuestiones logísticas, producto de la pandemia, como le sucedió a muchos de sus colegas en todo el mundo.
“Hemos tomado muchas precauciones, porque nosotros somos los responsables de la producción, y contraer el virus en plena siembra o cosecha sería un gran trastorno para el negocio, más allá de nuestro problema de salud”, indicó.
En el camino de evitar que la crisis de salud se convierta en una crisis alimentaria, la holandesa Axmann dijo que “la producción de alimentos debería ser considerada a nivel mundial como un sector estratégico”.
En ese sentido, Otero, del IICA, agregó que “hay que cuidar sobre todo a los productores, que son vitales”. Manifestó también que “la tecnología digital es clave para adaptar la producción de alimentos a los desafíos que plantea el Covid-19 y en allí Bayer es uno de nuestros principales aliados”.
En el camino de producir más, en este momento tan difícil para la humanidad, fue contundente al afirmar que el desafío es hacerlo también de manera sustentable. Y no dudó en repetir que, para eso, “hay que apoyarse en la innovación que, a su vez, se basa en la ciencia”.