Cosechando a lo grande

Darío Mochi es uno de los integrantes de una gran familia de productores que se dedica a la agricultura desde hace más de 30 años. Angel, padre de Darío y Mauro, y su hermano Carlos, padre de Humberto y Emanuel, conformaron una empresa que sabe de eficiencia y busca siempre ir por más. Este año encontraron en la Lexion 780 una excelente forma de ganar tiempo, dinero y mayor sustentabilidad.

En la empresa familiar de los Mochi hacen todo en casa. Siembran, pulverizan y cosechan, e incluso se ocupan del mantenimiento de los equipos en un taller propio. Trabajan unas 2000 hectáreas en la zona de Villa del Rosario, Córdoba. Hacen maíz, soja y trigo.    

Hace 10 años los Mochi dejaron de trabajar con cosechadoras chicas para pasar, con mucho esfuerzo, a adquirir mejores máquinas. Estaban necesitando una cosechadora que tenga gran capacidad de almacenaje y que evite las pérdidas de tiempo para encarar un nuevo lote.

Compraron su primera cosechadora Claas en 2006. Fue una Mega 370. De ésta saltaron a la Lexion 580. Y este año decidieron ir por más y adquirieron la Lexion 780, la más grande y evolucionada de la familia de cosechadoras de la marca.

La decisión responde a la búsqueda de una mayor capacidad de trabajo. Pero no sólo en volumen sino en calidad. “Este año en particular nos encontramos con muchos problemas de exceso de humedad a cosecha y la presencia de plantas verdes que complican la tarea”, relata Darío y destaca que a esta dificultad se suma la necesidad de ser más eficientes y poder hacer cada vez más hectáreas por día.

Pero la Lexion 780 de los Mochi tiene orugas Terra Trac. “Veníamos de trabajar con ruedas duales y eso nos demoraba muchísimo el transporte”, relata Darío. “Tenemos campos que están entre 20 a 30 kilómetros de distancia uno del otro y los tiempos se hacían muy largos, había que sacar y poner las duales, para eso se necesitaba más gente. Por eso compramos la Lexion 780 con orugas. Ahora, cuando llegamos al lote salimos directamente a trilla. Y es mucho más serena por los caminos de tierra, se puede ir a más velocidad. Y en el lote evitamos la compactación del suelo, el tema de los pozos y la plataforma trabaja mucho más estable”, enumera el productor.

“Como pudieron ver hemos estado trillando en el agua y la máquina pasa muy bien, también se desempeña bien en el barro”, dice Darío mientras protagoniza un video en su flamante equipo.

Ahora, con una máquina sola los Mochi se arreglan. “Y nos sobra”, dice el productor. “Con esta máquina, si es necesario cosechamos sojas verdes o con 20 de humedad sin problemas”, remata.

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