Los motivos influyentes en la toma de decisión de la siembra fueron variados, aunque se encuentran relacionados. De acuerdo con colaboradores del D.I.A, el principal factor fue la humedad inicial del perfil ya que el trigo, al ser un cultivo de invierno, es dependiente de esta variable para su desarrollo. En segundo lugar, se ubicó el pronóstico climático. Si bien las lluvias fueron menores a lo normal en el último trimestre, motivo por el cual muchos productores decidieron no sembrar, otros sembraron con algo de humedad en el perfil con las precipitaciones ocurridas en mayo, esperando que la situación se revierta en la primavera de cara al fenómeno El Niño.
El tercer motivo de decisión fue el precio del trigo y la rentabilidad esperada del cultivo. Al salir de una campaña estival complicada hay mayores necesidades financieras, por lo que se decidió sembrar el cereal de invierno para disponer de capital a corto plazo con la cosecha del trigo.
Otros motivos que tuvieron peso en la definición de siembra 2023/24 fueron la rotación de cultivos, el manejo tecnológico y la incertidumbre por intervenciones políticas.
Finalizando junio, el 95 % de la superficie proyectada con trigo en la provincia ya se encontraba sembrada.
El cereal atravesaba su estado vegetativo con dos o más hojas desarrolladas y, en algunos lotes, comenzaba a macollar. En general, el cultivo presentaba muy buenas condiciones y, respecto a la presencia de plagas y enfermedades, fue reportado el pulgón verde de los cereales (Schizapis graminum) con baja presencia y mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis) también en bajos niveles.
Garbanzo
Para la campaña 2023/24 se estima que serían sembradas 10.100 hectáreas con garbanzo, aumentando un 27 % respecto el año pasado. Si se compara con la superficie promedio histórica sembrada en Córdoba, la variación es negativa en un 72 %.
Los motivos que influyeron en la decisión de siembra de garbanzo fueron el precio y la rentabilidad esperada del cultivo, el pronóstico climático, humedad inicial en el perfil del suelo, rotación, posibilidad de riego y, al igual que en trigo, la necesidad financiera.
En junio concluyó la siembra de las hectáreas proyectadas de garbanzo y el cultivo presentaba de 2 a 3 hojas. El 88 % de los lotes se encontraba entre excelente y buen estado, mientras que el 12 % regular y malo debido a leves daños por heladas.
Hasta la fecha, no fueron reportadas plagas ni enfermedades presentes en los lotes.
Contexto Climático
Las precipitaciones ocurridas en el último trimestre fueron inferiores al promedio histórico (2007-2022) en la mayoría de los departamentos de la provincia. Al encontrarse el trigo en sus primeros estadios, no presenta demasiados requerimientos de humedad, pero, de persistir la situación, probablemente se vea afectado.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, para la semana comprendida entre el 10 y el 16 de julio se esperan entre 5 y 10 mm en gran parte de la provincia y hasta 20 mm hacia el sureste, precipitaciones que beneficiarían a los cultivos invernales.
Además, el pronóstico de precipitación trimestral emitido por el organismo indica que hay un 40-45 % de probabilidades de que las precipitaciones sean inferiores a lo normal.
Fuente: Bolsa de Cereales de Córdoba