El gobierno de la provincia de Santa Fe anunció que lanzará el programa “Santa Fe Siembra Más”, que consiste en una línea de financiamiento de 7.000 millones de pesos para la compra de fertilizantes para la siembra de cereales, oleaginosas, forrajeras y otros cultivos regionales y frutihortícolas.
Será a través de una línea de créditos exclusivas del Banco Nación, bonificada por el gobierno local, con un plazo de 18 meses, a una tasa del 29%. El monto máximo por productor será de 6 millones de pesos y entra en vigencia a partir de este lunes
De acuerdo a lo informado por el Ejecutivo, el objetivo es aumentar la superficie sembrada en un 10% y la producción en un 30%, en condiciones climáticas normales, para abastecer el mercado interno y tener mayores excedentes de exportación.
Hasta acá, suena bien. Pero surgen, al menos, dos preguntas: la primera es ¿por qué un productor expandiría su área de siembra, si constantemente el gobierno nacional le pone palos en la rueda y le genera un clima hostil con restricciones para exportar y aumento de las retenciones?
Y la segunda: ¿por qué Nación y Santa Fe no trabajan coordinadamente para impulsar a uno de los mayores motores de la actividad económica?
Cabe recordar que días atrás, desde el Poder Ejecutivo Nacional anunciaron el cierre de exportaciones para derivados de soja, como aceites y harinas, a la vez que sobrevuela el fantasma del incremento de la carga impositiva para el campo. Entonces, aparece otra pregunta: ¿es necesaria esta contradicción en el diseño de políticas económicas entre los distintos niveles de gobierno? ¿No sería más conveniente que ambos remen para el mismo lugar, al menos desde la economía, si es que desde la política están en veredas enfrentadas, aún dentro del propio Peronismo?
REDACCIÓN ON24