En la localidad de Tandil, en el sudeste de Buenos Aires, se llevó a cabo una nueva Expo Stine®, en la que el semillero reunió a más de un centenar de productores para mostrarles los nuevos materiales de maíz y soja adaptados a esa región.
El evento contó con la presencia no solo del presidente de la compañía en Sudamérica, Ignacio Rosasco; sino también del titular de Stine Seed a nivel global, Myron Stine.
Se trata de semillas que se distinguen por ser de ciclo corto y “ultracorto”: el objetivo es que puedan sembrarse de manera tardía pero, a la vez, que no corran riesgo de sufrir las primeras heladas que en esta zona suelen ocurrir ya a partir de marzo.
Y también, en el caso de los maíces, por su porte: los representantes de Stine® los bautizaron como “petisos”, ya que tienen una altura pequeña, con el objetivo de que toda la energía de la planta se enfoque en los granos y aumentar el rendimiento.
“El futuro que le veo al cultivo del maíz es con este tipo de híbridos: petisos, de baja estatura, con alta densidad poblacional por hectárea. En nuestra empresa hace más de 20 años que estamos trabajando con estos materiales, que además ofrecen alta estabilidad”, subrayó Myron Stine al ser consultado sobre hacia dónde va la inversión en genética que está realizando la compañía.
Y amplió: “No tienen nada que ver con la genética tradicional del maíz, que era de plantas más altas. Estos son maíces de estructuras bien erectas, con mucha adaptación. Mi mensaje para los productores argentinos es que les estamos ofreciendo una nueva genética, con alto rendimiento”.
Crecimiento
Con estos “petisos” que poseen baja inserción de espiga y con el resto de los materiales que tiene en su paleta, Stine® apunta alto: quiere convertirse en un semillero líder en el mercado argentino.
“Es el tercer año que nos visita Myron y estamos dando los pasos lógicos de una empresa relativamente nueva en este mercado. Queremos estar cerca del productor, que conozca la marca, que es una empresa familiar, y que vea que lo que decimos es tal cual lo que mostramos. Lo bueno es que ya estamos teniendo un gran desarrollo y aceptación por parte del productor”, enfatizó Rosasco.
El ejecutivo que lidera las operaciones de Stine® en Sudamérica opinó que la firma ofrece varias ventajas competitivas: el nivel de profesionalismo de los equipos, el alto nivel de testeo que realizan de los diferentes materiales de maíz y soja antes de lanzarlos al mercado; y la cercanía mencionada con el productor. “Si cometemos algún error, vamos a estar cerca del productor y escucharlo; y si acierta con su producción, sentimos que acertamos, vamos a estar celebrándolo juntos”, añadió Rosasco.
Materiales
En concreto, para el sudeste bonaerense, el ejecutivo recomendó los maíces ST 9734 , ST 9741, ST 9734-20 y el ST 9741-20, que se distinguen por su corto ciclo: tienen 110 y 114 días de madurez relativa, respectivamente.
En lo que respecta a la soja, las variedades 25 y 29 son las destacadas para esta región del país: con madurez de entre 118 y 122 días, ambas tienen tecnología Enlist, lo que les confiere tolerancia a aplicaciones de 2,4-D, glifosato y glufosinato de amonio, y ayuda a combatir una de las mayores problemáticas de malezas: el yuyo colorado.