Con desafíos muy claros por delante

Un producto con futuro promisorio, pero mucho trabajo por hacer.

El complejo agroindustrial ovino argentino abarca todo el territorio nacional e incluye a más de 40.000 productores cuya principal actividad es la ganadería ovina y otros 80.000 que tienen ovinos en sus predios.

Argentina tiene aproximadamente 15.000.000 de cabezas ovinas; produce 55.000 toneladas de res con hueso de las cuales se exportaron en un promedio en los últimos cinco años, alrededor de 2.500 toneladas; aunque entre el 2004 y 2011 se llegó a exportar más del doble de esa cifra. El consumo nacional promedia 1,2 kg. per cápita.

Para la cadena ovina el futuro se presenta promisorio: demanda sostenida de alimentos; un consumo mundial de carne ovina en sus mínimos históricos y con proyecciones de mediano plazo en alza; nuevas tendencias que priorizan la producción en sistemas naturales trazables; ambientalmente amigables; bajo normas de buenas prácticas; reconocimiento internacional y más de 50 mercados abiertos para la carne ovina argentina, en lo que refiere al mercado externo.

En el marco de ArgenCarne, la exposición que se realizará del 9 al 12 de mayo en el predio de la Sociedad Rural de San Justo, provincia de Santa Fe, la cadena ovina también hará foco en el mercado interno.

En nuestro país hay un gran potencial a desarrollar y mucho trabajo por hacer comenzando por ajustar lo que la cadena ofrece a un consumidor moderno y exigente: mejor presentación y variedad de cortes, oferta continua y de cercanía, calidad, y precio acorde.

Cuando se encuentran oferta y demanda vemos un consumo orientado a ocasiones especiales, estacional, principalmente referido al cordero parrillero o al plato gourmet, que tiene poca información tanto de su preparación como en sus propiedades.

Desde allí hasta el campo hay desafíos a afrontar. En lo productivo y pensando en la carne ovina, deberemos acercarnos a los indicadores promedio que muestran nuestros competidores: señaladas mayores al 70%, Kilogramos de carcazas un 20% superior a las actuales, y aumento significativo en las tasas de extracción. Eso se llama principalmente tecnología.

Avanzando en la cadena también hay desafíos; la actividad cárnica ovina tiene múltiples estándares sanitarios y en buena parte del país un índice de informalidad productivo y especialmente de faena que necesariamente deberá corregirse en beneficio de todo el complejo. La infraestructura de faena, distribución y comercialización, son eslabones a revisar. En ArgenCarne, exposición que se realizará del 9 al 12 de mayo, se trabajarán todos estos temas de cara al futuro y desarrollo sustentable de la cadena.

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