El millón de hectáreas de cebada sembradas en el país augura buenos resultados productivos. Si bien el invierno dejo un saldo negativo de reservas hídricas, la baja humedad limitó la proliferación de enfermedades, siendo la cebada muy sensible a contraerlas. A su vez, al presentar un ciclo más corto que el trigo, sus requerimientos hídricos son menores y libera los lotes antes para la siembra de soja de segunda.
En zonas productivas de Santa Fe y Córdoba, donde las lluvias fueron limitadas, la cebada presenta una buena condición en el periodo de llenado, incluso mejor que la de trigo. Además, en dicha zona el productor apunta una calidad cervecera, por lo tanto el paquete tecnológico aplicado (especialmente la dosis y calidad del fertilizante) fueron de punta para llegar a los estándares de comercialización. La mala noticia es que las últimas heladas registradas causaron algunos daños – especialmente en algunos lotes bajos- ya que el cultivo se encontraba en las fases fenológicas más sensibles.
En tanto, el núcleo productivo por excelencia en el sur de Buenos Aires no presenta limitaciones hídricas, y el cereal se encuentra en muy buenas condiciones en la etapa de espigazón. Aquí la producción es mayormente de cebada forrajera, mientras que los lotes de cervecera se limitan a las cercanías de las malterías.
Ante este buen panorama productivo, no se descarta que Argentina llegue a producir cerca de 4 Mt de cebada en la campaña 2018/19, marcando un incremento de 300 mil toneladas respecto al ciclo previo.
En la industria y la exportación…
La mayor producción es acompañada por una mayor demanda. Esto se verifica en las compras anticipadas de la nueva campaña comercial 2018/19 respecto al volumen adquirido el año pasado, a la misma fecha. En la actualidad, el total de compra de cebada (cervecera y forrajera) supera los 2 Mt, mientras que el año pasado apenas alcanzaba las 676 mil toneladas. Se observa que la cebada forrajera para exportación pego un salto significativo, pasando de 163,5 mil toneladas en 2017/18 a más de un millón de toneladas en esta campaña.
La industria tampoco se quedó atrás adquiriendo cerca de 500 mil toneladas más de cebada cervecera respecto al ciclo previo que serán destinados a la fabricación de malta (componente indispensable para la fabricación de cerveza). En cambio, las compras de cebada cervecera para exportación son levemente superiores al año anterior. En el siguiente gráfico se muestra la evolución de compras del nuevo ciclo comercial 2018/19 de la cebada cervecera y forrajera para la exportación.
En línea con la activa demanda interna, las declaraciones juradas de ventas al exterior de la cebada total a la fecha se despegan significativamente a lo declarado el ciclo previo. El total de cebada comprometida con el exterior se ubica en 1,4 Mt. El principal salto se observa en la cebada con calidad cervecera, con un incremento de más de un millón de toneladas declaradas. El volumen se ubica en 1,1 Mt, mientras que las compras solo llegan a 339 mil toneladas. Esto da cuenta que la demanda de cebada cervecera seguirá traccionando en el mercado local para cumplir con sus compromisos. La situación de la cebada forrajera es opuesta: hay 311 mil toneladas comprometidas con el exterior mientras que las adquiridas son de un millón de toneladas.
¿A qué parte del mundo llega la cebada argentina?
Según las estadísticas del INDEC, Arabia Saudita lidera las compras de cebada forrajera con el 54% en la participación del volumen total de este cereal exportado por argentina en los últimos 3 años. El volumen restante esta diversificado en varios países mayormente asiáticos. Este año 2018, Arabia Saudita adquirió 632,8 Mt, es decir el 57% del total exportado de cebada forrajera desde enero a la fecha. El siguiente grafico de torta muestra la participación porcentual de los principales países compradores calculado como un promedio de las 3 últimas campañas.
La cebada cervecera presenta un mercado más diversificado en cuanto a sus compradores, sin embargo el principal cliente es Brasil, participando en promedio con el 37% de las compras totales. A la fecha de este año 2018 adquirió 352 mil toneladas, es decir el 40% del total exportado.
¿Y en materia de precios?
Finalmente, la cotización del cereal depende de la evolución de los stocks locales, la producción en los principales países exportadores y del comportamiento comercial de los demás granos forrajeros (en el caso de la cebada destinada a forraje).
Los stocks iniciales de esta campaña son de 0,18 Mt, los más bajos de los últimos 3 ciclos según las cifras oficiales, por lo tanto los compradores necesitaban mercadería. Para ello, las malterías impulsaron la siembra de cebada ofreciendo un plus de hasta u$s 20 la tonelada sobre el precio del trigo a cosecha mediante contratos con los productores. Los lotes que no cumplen con las condiciones de calidad para la fabricación de malta, se le aplica un descuento y se destinan a exportación con la modalidad de cebada en grano destinada a forraje.
A su vez, los grandes productores del mundo de cebada tuvieron caídas en su producción impulsando el precio FOB de cebada forrajera a u$ 234/t en el mercado de Ucrania. En el mercado local, el valor FAS para la forrajera tocó los 200 US$/t, y luego bajo a valores cercanos a 180-190 US$/t. Esta alternativa productiva resultó muy ventajosa para los productores de cebada del sur bonaerense ya que la cebada forrajera presenta menores gastos de producción que la cervecera.
Para el próximo ciclo 2019/20, si no hay inconvenientes productivos de gran índole en nuestro país, habría una recuperación de los stocks iniciales. Queda por ver si surgen nuevos compradores externos que absorban dicho excedente argentino. Por su parte, el mundo cuenta con los stocks más bajos de cebada de los últimos 23 años abriendo una posibilidad a una mayor inserción de la cebada local en el mercado internacional.
Fuente: BCR