Como manejar las enfermedades en soja

Si hay algo que caracterizó al mes de febrero fueron las condiciones ambientales favorables para el desarrollo de enfermedades en el cultivo de soja. Por esto, un equipo de especialistas del INTA destacó la importancia de “intensificar los monitoreos en los lotes, evaluar las hojas basales de las plantas y, ante los primeros síntomas, consultar con un especialista para determinar el tratamiento”.

En general, “hay enfermedades que están presentes en todas las campañas con niveles de prevalencia, incidencia y severidad que varían según cada región, las condiciones ambientales y el manejo de los lotes”, señaló Silvia Distefano, especialista del INTA Marcos Juárez –Córdoba–.

Las abundantes precipitaciones, vientos y temperaturas moderadas de las últimas semanas indican la presencia de  podredumbre de raíz y tallo (Phytophthora sojae), mancha marrón (Septoria glycines), tizón foliar (Cercosporakikuchii),  síndrome de la muerte súbita (Fusarium spp.), mancha ojo de rana (Cercospora sojina), entre otras.

De acuerdo con Antonio Ivancovich, especialista en sanidad de cultivos del INTA Pergamino –Buenos Aires–, ante los primeros síntomas, la consulta con un especialista resulta fundamental debido a que “la roya se pueden confundir con la mancha marrón (Septoria glycines) y la pústula bacteriana (Xanthomonas axonopodis pv. glycines)”.

“La roya es una enfermedad de alto potencial destructivo que afecta principalmente a la oleaginosa”, indicó Ivancovich y aclaró: “Los síntomas se hacen más evidentes en plantas posterior a floración. En el envés de las hojas inferiores se visualizan lesiones de color amarillo que, posteriormente se tornan marrón y marrón-rojizo”.

El mayor efecto negativo de la enfermedad sobre el cultivo se relaciona con el estado fenológico en el que comienzan los síntomas y la severidad del ataque. “En la zona de Pergamino se registran condiciones que favorecen el desarrollo de la roya: varios días consecutivos con vientos desde el norte, abundante rocío por más de 8 horas y temperaturas entre 20 y 35 grados”, expresó Ivancovich.

Qué hacer en cada caso

El monitoreo de los lotes será la clave para cerrar una campaña sin mayores sorpresas. Norma Formento, especialista en protección de cultivos del INTA Paraná –Entre Ríos–, explicó cuál es la situación en esa región. “Hay que prestar especial atención sobre aquellos que estén comenzando la etapa crítica de definición del rendimiento. Las patologías que afectan raíces y tallos sólo pueden revertirse con una planificación estratégica a largo plazo, que incluya rotaciones, elección de variedades de buen comportamiento y siembras en fechas óptimas con suelos adecuados en temperatura y humedad”.

En este ciclo agrícola 2013/14, la mancha marrón que afecta a más del 90% de lotes en Entre Ríos, será la base del sistema soporte de decisiones que indique el momento oportuno de aplicación, antes que la roya asiática que se desarrolla actualmente con una baja tasa epidémica por bajas temperaturas nocturnas

En cuanto a las enfermedades foliares, Fomento explicó que “responderán bien al control químico considerando el período crítico del cultivo, realizar diagnósticos correctos, cuantificar los niveles de severidad y el pronóstico extendido del clima”.

Aplicaciones, en su justa medida

Para Ramiro Cid, especialista en Tecnologías de Aplicación de Agroquímicos del INTA, resulta fundamental tener en cuenta una serie de factores a fin de lograr que el tratamiento sea efectivo y eficiente sin efectos nocivos para las personas, animales, otros cultivos y el medio ambiente en general.

En línea con su correcto uso, Cid  subrayó: “Sólo deben ser usados cuando la intensidad de la plaga a combatir represente un rédito económico”. Además, los productos deberán ser utilizados solamente para los cultivos autorizados, respetando las dosis indicadas, los períodos de carencia y siguiendo al pie de la letra todas las indicaciones de la etiqueta.

Para ello, destacó la necesidad de contar con personal responsable, entrenado, continuamente capacitado y dotado de la correspondiente protección, en el caso de contacto directo: delantal, botas, guantes y máscara. Asimismo, para lograr una aplicación en las dosis deseadas y en forma homogénea se deberá contar con un equipo en perfecto estado de funcionamiento y mantenimiento.

El producto debe llegar al objetivo y para ello es necesario contemplar y analizar el complejo plaga-cultivo-producto. “Es decir, –detalló Cid– se debe conocer las características de la plaga y su localización, las propiedades del cultivo y su etapa de crecimiento, como así también el alcance del producto, para luego sí planificar una aplicación exitosa”.

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