En algunas zonas de Chaco, Salta y el norte de Santa Fe, las sembradoras con algodón comenzaban a transitar sus últimos días de labores, y la expectativa de los productores es que el cultivo arroje los excelentes resultados que lograron durante la última campaña, con rindes que rondaban los 3.000 kilos por hectárea, que significaron unos 1.000 a 1.200 kilos de fibra.
Para lograrlo, la tarea es manejar con precisión algunos comportamientos naturales de la planta, con el fin de que enfoque su energía en obtener mayor número de bochas.
“La principal meta del algodón, como de toda planta, es sobrevivir. No tiene la preocupación de fijar muchas bochas que es lo que necesitamos los productores, sino que busca dejar descendencia. Es decir, prioriza la semilla a la fibra. Por eso, con el aporte de promotores de crecimiento y bioestimulantes, la idea es conducir esas acciones para que rinda más”, explica el Ing. Agr. Agustín Calderoni, Coordinador Técnico Regional de Stoller Argentina & Uruguay.
En el caso de esta compañía, posee una amplia paleta de productos para reforzar el desarrollo del cultivo en cada estadio. Según el Ing. Calderoni, con la aplicación de bioestimulantes durante la siembra, los ensayos han determinado un incremento de hasta el 15% por ciento en la cantidad de bochas fijadas, lo que significa una ganancia de rendimiento de alrededor de 345 kilos.
“Al utilizar productos fisiológicos como los biorreguladores, ayudamos a que las plantas entiendan la señal que necesitamos como productores. Es decir, lo que hacemos es cambiarle la señal ambiental a la planta para que dispare respuestas en función de lo que necesitamos en materia de rendimiento”, remarca.
En concreto, lo que se sugiere para quienes todavía estén sembrando es la aplicación de medio litro de Stimulate cada 100 kilos de semillas.