El reciente informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario indicó que se trata de la siembra más veloz: arrancó el 20 de mayo, y no hay registros de haber llegado a principios de julio con tantas hectáreas sembradas en la región núcleo. El año pasado, en esta misma fecha, se habían alcanzado a sembrar 1,5 M ha y yendo más atrás, en el 2012 y 2013, si bien se alcanzaba un 95 a 96% de avance, se trataban de apenas 600 a 700 mil ha. Con el trigo a un paso de su objetivo, 1,7 M ha, surge la pregunta, ¿se puede seguir sembrando? ¿hay interés por sumar más lotes? Si bien hay tiempo hasta fines de mes, en general, en el centro y sur de Santa Fe y en el oeste cordobés, ya se da casi por finalizada. Pero en el noroeste bonaerense, donde suele sembrarse más tarde, resta un 10% del trigo por implantarse y hay gente buscando semillas, por lo que pueden agregarse más lotes.
Los cuadros implantados en general crecen en muy buenas condiciones, sin problemas importantes más allá de las heladas de esta semana. En El Trébol se logró un alto número de plantas por metro cuadrado: entre 310 a 350. Pero muy cerca de allí, en Carlos Pellegrini un 15% de lo sembrado tiene problemas en los nacimientos por la poca disponibilidad de agua en superficie. En Cañada de Gómez hubo algunos problemas: pueden deberse a mala regulación de sembradoras y/o bajo poder germinativo o vigor de la semilla. En Bigand, las emergencias son muy buenas, los lotes promedian 200 a 230 plantas (por metro cuadrado). En el norte bonaerense también hay buenos recuentos de plantas. Por el momento son leves los efectos del frio en el trigo de la región: en algunos lotes se observa halos amarillos o puntas de hojas quemadas. Nada que sea grave en este momento, pero con las bajas temperaturas el crecimiento de los ciclos más cortos va a ser mucho más lento, advierten en Pergamino. El frío puede afectar la velocidad de emergencia y crecimiento, efectos que no ponen en riesgo al cultivo ni comprometen el potencial de rinde de la región.