Las máquinas se llenarán con biocombustible sostenible antes de salir de las fábricas de Harsewinkel y Le Mans.
La protección del clima y la reducción de las emisiones de CO2 perjudiciales para el medio ambiente desempeñan un papel cada vez más importante en la agricultura. Claas es consciente de esta responsabilidad y estudia detenidamente diferentes tecnologías de propulsión sostenibles. La aprobación de los aceites vegetales hidrotratados (HVO) para todas las máquinas agrícolas que cumplen con la última norma de emisiones (Tier V) marca un paso significativo en esta dirección. Esto significa que en el futuro las máquinas podrán funcionar con este biocombustible líquido sostenible.
Según el Dr. Martin von Hoyningen-Huene, vicepresidente ejecutivo de BU Tractor, “en el futuro inmediato no existen alternativas reales al motor de combustión para máquinas agrícolas de alto rendimiento. Por lo tanto, necesitamos soluciones que reduzcan las emisiones de combustibles fósiles asociadas con este tipo de propulsión. Los aceites vegetales hidrotratados son una opción ideal porque ya existen y sus impactos ambientales positivos son evidentes de inmediato. A su vez, no tienen efectos adversos significativos en los costos de fabricación, el consumo, el peso y la durabilidad”.
Combustión sostenible
En la agricultura, los combustibles diésel son la principal fuente de energía para las máquinas agrícolas móviles. Al mismo tiempo, los objetivos climáticos exigen que encontremos alternativas a los combustibles fósiles. Es necesaria una desfosilización gradual de los procesos de producción agrícola y de la maquinaria agrícola en varios aspectos, y esto determinará el desarrollo de futuros sistemas de propulsión. Sin embargo, esto sólo será viable en la práctica con el respaldo de políticas de apoyo adecuadas.
Si bien la propulsión alimentada por batería ofrece ventajas para motores de baja potencia, esta tecnología alcanza sus límites con el aumento de los requisitos de potencia y energía. Una picadora de forraje Jaguar propulsada por batería debería tener al menos el doble de tamaño y el doble de peso que un modelo actual con motor de combustión y combustible líquido para alcanzar un rendimiento y una autonomía comparables. Los combustibles gaseosos como el metano o el hidrógeno también tienen importantes desventajas en cuanto a su densidad energética y, por tanto, a sus necesidades de almacenamiento de energía. “Desde hace tiempo, Claas adopta una actitud tecnológica abierta, ya que una desfosilización integral del sector agrícola exige examinar la disponibilidad y la rentabilidad de una amplia gama de soluciones”, explica Patrick Ahlbrand, Claas Product Strategy. “En el futuro, los accionamientos alimentados por batería ofrecerán una alternativa adecuada para trabajos municipales, trabajos de campo ligeros y aplicaciones en el campo y sus alrededores. Sin embargo, para las cosechadoras y los grandes tractores de más de 150 CV, no existe una alternativa realista a los combustibles líquidos sostenibles a largo plazo”, sostiene.
2.500 toneladas de ahorro de CO2 al año
A partir del 1 de octubre de 2023, los tractores y cosechadoras Claas de Harsewinkel y Le Mans que cumplan con la última norma de emisiones Tier V podrán utilizarse con HVO (aceite vegetal hidrotratado). Además, antes de salir de fábrica, todas las máquinas se llenarán con este combustible, que es hasta un 90% neutro desde el punto de vista climático. Esta medida ahorrará 2.500 toneladas de CO2 al año, lo que permitirá a ambas fábricas contribuir activamente a la lucha contra el cambio climático en forma inmediata.
Disponible, sin modificaciones técnicas ni costos adicionales
El uso de HVO ofrece varias ventajas en comparación con otras tecnologías y combustibles. No es necesario actualizar ni reemplazar las máquinas Tier V. Pueden llenarse simplemente con HVO y utilizarse exactamente como antes, incluso con diésel, sin restricciones. Al mismo tiempo, los tanques de combustible agrícolas existentes se pueden seguir utilizando sin necesidad de modificaciones, lo que agrada especialmente a los agricultores y contratistas. Con características de combustible comparables a las de los combustibles fósiles, no se producen pérdidas apreciables en términos de rendimiento, vida útil, desgaste o durabilidad. El HVO se puede utilizar en su forma pura (HVO100) o como combustible mezclado en cualquier proporción con diésel convencional. Cuando se utiliza HVO100, las emisiones de CO2 se pueden reducir hasta un 90 % durante todo el ciclo de vida en comparación con el diésel fósil. Al mismo tiempo, durante la combustión se emiten menos óxidos de nitrógeno y partículas. Además, como el combustible se fabrica principalmente a partir de desechos y residuos, no es necesario producir aceites vegetales adicionales, lo que minimiza la competencia con los alimentos.
Qué es el HVO
El HVO se compone principalmente de desechos y residuos, incluidos aceite de cocina usado y grasas animales, además de aceites vegetales. En los procesos de producción posteriores, las materias primas biogénicas se convierten en hidrocarburos mediante una reacción con una pequeña cantidad de hidrógeno (hidrogenación). Este proceso modifica las características de los aceites vegetales para asemejarlos a los combustibles fósiles, lo que les permite ser utilizados como sustituto del diésel en máquinas de trabajo móviles.
En muchos países, el combustible ya está ampliamente disponible en las estaciones de servicio, ya sea en forma de HVO100 puro o mezclado con combustible diésel convencional. Por el contrario, en algunos países el HVO100 sólo puede venderse a través de grupos cerrados de usuarios, como las estaciones de servicio de empresas. Sin embargo, los esfuerzos internacionales indican que el HVO100 pronto estará disponible a nivel transnacional bajo la norma de combustible DIN EN 15940 (combustible diesel parafínico procedente de síntesis o hidrotratamiento).