El entusiasmo se traduciría en 1,1 millón de ha maiceras. Luego de años de caída de superficie y márgenes negativos, el cultivo retoma impulso con un aumento de área del orden del 10% con respecto al año anterior. Sin embargo, para tener un avance por encima de esta marca, y hacerle sombra a la dominancia que ha ejercido en los últimos diez años la soja en las rotaciones, necesitaría aún de mucho más. La alta inversión inicial le pone un serio límite al cultivo en la región. Los movimientos comerciales de insumos en la zona indicarían que el cultivo se haría con el nivel más alto de tecnología disponible.
Trigo 2017/18: fertilizado para repetir los rindes del año pasado
Si bien es cierto que el cultivo parte en este nuevo ciclo con muchos problemas de siembra, también lo hace con los requerimientos de agua y nutrición a tope para volver a tener una excelente performance productiva. En gran parte del área núcleo, el nitrógeno que se ha planificado aplicar responde a un rendimiento potencial de entre 40 y 50 quintales. El rol marginal que lo había sumido en las sombras durante los últimos años parece haber quedado detrás. El trigo está tomando un lugar de gran importancia en la región.
El trigo pisa el tramo final de la implantación