En el marco del convenio de Innovación para el Agregado de Valor (InAV), el INTA –junto con el INTI y la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (UCEL)– invita a los productores a capacitarse en las alternativas económicas y tecnológicas que profundizan los procesos de industrialización en la cadena de soja. Con anclaje en el agregado de valor para el desarrollo agroindustrial, esta perspectiva constituye la agenda de la primera diplomatura que se crea en el país sobre la temática y para la cual, se encuentra abierta la inscripción.
“Son muy pocas las industrias que parten del poroto y realizan algún proceso para generar alguno de los 80 productos que pueden obtenerse de esta materia prima, sin tener en cuenta los nuevos productos que pueden desarrollarse”, describió José María Méndez, técnico del INTA Totoras –Santa Fe– y responsable general de las actividades a cargo del organismo en el ciclo de formación.
De allí la importancia de fomentar el agregado de valor en origen mediante una diplomatura orientada a los productores que quieran profundizar sus conocimientos sobre la materia. “Está organizada en dos módulos técnicos, Uso de la soja para alimentación humana y animal y Uso en procesos industriales y energía, y en otros dos conceptuales”, detalló Mendez. Estos últimos tienen una orientación a los ámbitos conceptuales y financieros.
Se trata de una capacitación “sin antecedentes” que se dictará en la UCEL en Rosario de abril a noviembre de 2016 con casi 30 disertantes nacionales, algunos con reconocimiento internacional, especializados en la cadena de la soja, quienes estarán a cargo de las 100 horas cátedra. Para postularse, los interesados no requieren una carrera de grado previa y, ante cualquier duda, pueden enviar un correo electrónico a diplomaturas.inav@ucel.edu.ar.
En esa línea, el especialista destacó la importancia de los procesos de agregado de valor en origen debido al aporte que hacen al desarrollo de los territorios, mediante la generación de mano de obra, arraigo y un aumento de la calidad de vida.
“A pesar que la soja y sus derivados generan el mayor ingreso por exportaciones de Argentina, su grado de industrialización es bajo”, aseguró Mendez.
En este contexto, se planteó la oportunidad de que el INTA junto a la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano y el INTI pusieran en marcha en forma conjunta una planta piloto para el ajuste de tecnologías en la producción de aceites vegetales y subproductos derivados.
La planta está montada en un terreno de 2 mil metros cuadrados en la localidad de San Jerónimo Sud, Santa Fe, a 335 kilómetros de la ruta nacional Nº 9. Este terreno fue entregado en comodato por la empresa Bunge por un lapso de 50 años.
Un centro de referencia nacional
Según explicó Méndez, el InAV busca ser un centro de referencia nacional en temáticas relacionadas al agregado de valor a la producción de agroalimentos, a través de diferentes ejes de trabajo: la generación y transferencia de información, la formación de recursos humanos y la asistencia técnica, en el marco de un modelo de valor agregado con desarrollo.
“Tenemos como objetivo desarrollar y poner en marcha un espacio de articulación interinstitucional, donde se aborden temáticas relacionadas con el agregado de valor a la producción agroalimentaria y agroindustrial, en el marco de un modelo de valor agregado con desarrollo”, indicó Mendez.