Cambia el paisaje de la región núcleo

Se rompe la tendencia que en los últimos 5 años mostraron las gramíneas. Vuelve el “yuyo”.

Hace 6 años, en la campaña 2014/15, por cada lote de trigo o maíz se sembraron 4,6 lotes de soja en esta región. Fue el último año de la supremacía de la soja.

Por otro lado, el 2019/20 marcó el record de la menor cantidad de soja sembrada. Y esto fue un hecho muy importante porque rotar el suelo es la práctica más eficiente de producción sustentable. Son todas ventajas las que produce. En años de mucha agua,las rotaciones ayudan a mantener a raya a los excesos hídricos, ya que el trigo y el maíz necesitan más milímetros y funcionan como bombas de extracción de agua, bajando napas. En años secos, como sucedió en la reciente campaña 2019/20, los rindes se mantuvieron mucho más estables de lo que cabía esperar de un ciclo estival en el que solo se registraron precipitaciones durante 5 semanas de los 6 meses del cultivo.

Aparte hay otras ventajas a para el manejo del lote, como el control de malezas o evitar el desarrollo de enfermedades,de entre las principales.

El reciente informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario dice que, para esta próxima campaña 2020/2021, la relación con soja aumentaría de 1,60 (del 2019) a 1,75. Por un lado,la escasez hídrica impidió a los productores concretar los planes de siembra de trigo. Pero, por el lado del maíz,la incertidumbre local y externa,en lo que a precios se refiere, y el temor al clima siguen reflejándose en una intención preliminar de siembra que anticipa una caída de un 10%. Si la soja gana protagonismo de acá en más, el sistema productivo de granos será mucho más vulnerable.

¿Por qué caería el área conjunta de trigo y maíz?

Faltan más de 80 – 100 mm en área cordobesas. La sequía se agudiza de suroeste a noroeste en la región núcleo. La zona cordobesa es la que más recortaría área triguera por este factor. Por ejemplo, en Monte Maíz se logró sembrar solo un 25% del área de trigo respecto de lo que se había sembrado el año pasado. Si bien allí la intención es mantener el área de maíz del ciclo previo, la falta de agua del perfil presenta demasiadas dudas. En el centro sur de Santa Fe, la intención de siembra de maíz oscila entre mantener el área a disminuirla un 10%, con algún extremo de 30%. Distinta es la situación de las áreas bonaerenses que lograron sembrar el trigo y mantener la proporción de gramíneas en la rotación. Pero, lo que ganó en trigo planea recortarlo en hectáreas de maíz, por lo que se estaría ante una disminución en la intención de siembra.

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