Un reciente informe del IERAL de la Fundación Mediterránea indica que China deberá acelerar la tasa de expansión de sus importaciones de proteínas animales este año, a consecuencia de una epidemia, aparentemente muy severa, que estaría impactando duramente sobre la capacidad productiva de su principal industria cárnica (cerdo).
Luego de las últimas y exitosas negociaciones, Argentina ha logrado vía libre para comercializar sus tres carnes líderes en el gigante asiático (bovina, porcina y aviar), lo que representa una enorme oportunidad por el tamaño del cliente (el más grande del mundo) y también por la situación coyuntural que éste atraviesa (con demanda insatisfecha y precios internos en alza)
La mala noticia es que, a consecuencia de esta epidemia y de otros factores (caso de la guerra comercial con Estados Unidos), la demanda china de soja se ha desacelerado en forma notable, presionando los precios internacionales claramente a la baja.
En estos meses donde Argentina está cosechando la soja del ciclo 2018/2019, claves en materia de exportación y comercialización por parte de los productores, la oleaginosa cotiza en los mercados globales casi un 20% por debajo de lo que se pagara por ella, en promedio, durante los últimos 3 años.