Al momento de hacer frente a las enfermedades, malezas y plagas que afectan a nuestros cultivos, es necesario tomar los recaudos necesarios para lograr aplicaciones eficientes.
Una aplicación eficiente implica:
– Elegir correctamente el producto a utilizar.
– Determinar la dosis apropiada, de acuerdo a lo que indique la etiqueta del producto y la recomendación del Ingeniero Agrónomo o profesional.
– El momento adecuado para realizar la aplicación teniendo en cuenta las condiciones ambientales y la presencia de la plaga.
– Y por último pero no menos importante, calibrar correctamente el equipo aplicador.
Cuando las aplicaciones se realizan con equipos de mochila, como en el caso de producciones hortícolas o producciones de pequeñas extensiones, es importante controlar que el equipo se encuentre calibrado y que la actividad sea realizada por una persona capacitada. De lo contrario, podríamos generar efectos indeseados sobre el mismo operario, sobre el cultivo y/o sobre el ambiente.
Lo primero que deberá chequearse es que la barra portapicos se encuentre en condiciones, sin presentar roturas ni perdidas. Esto podrá verificarse utilizando el tanque contenedor con agua y verificando que no se produzcan goteos ni sobre la barra, ni en los picos o pastillas. En el caso que se visualice alguna perdida, el material defectuoso deberá cambiarse.
Una vez que se ha comprobado el correcto funcionamiento, se deberá proceder a calibrar la mochila. De acuerdo a indicaciones del INTA, en primer lugar se deberá cargar una cantidadconocida de agua, por ejemplo 5 litros. Posteriormente se deberá recorrer una distancia también conocida, midiendo una línea recta que no presente obstáculos y pulverizando el agua en esa misma línea. Por ejemplo: 50 metros.
En este punto es importante que a lo largo de esa distancia, el ritmo de avance sea el mismo ya que si se demora más en un lugar se generará una dosis más alta que en lugares donde se ha avanzado más rápido.
Otro dato que se deberá conocer es el ancho de trabajo de la barra ya que este permitirá conocer la superficie que se ha pulverizado.
Una vez pulverizada (con agua) la distancia que se ha medido, se deberá medir el sobrante de agua del tanque.
Conociendo estos datos se podrá proceder a realizar el cálculo de cuánta agua se ha aplicado