Del informe elaborado por la Bolsa de Cereales se desprende que el área sembrada de girasol creció un 39,3% y alcanzó 1,7 millones de hectáreas. De esta manera se obtuvo un incremento del 32% en la producción hasta alcanzar las 3,3 millones de toneladas, pero con rendimientos que declinaron con respecto al año anterior y pasaron de 21,3 a 20,3 qq/ha.
Se registraron 73.000 hectáreas perdidas, un 4,3% de la superficie sembrada contra 3,8% en la campaña anterior. El área perdida se distribuyó de la siguiente forma: 41; 20,5; 11 y 8% en NEA, centro-Norte de Santa Fe, sudoeste de Buenos Aires-Sur de La Pampa y norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, respectivamente. Para dichas regiones, el porcentual de hectárea perdida vis a vis hectárea sembrada alcanza el 9,2; 6,5; 2,0 y 4,6%, respectivamente.
En tanto, las dos principales zonas que explican la caída en el rendimiento nacional son el sudeste de Buenos Aires (de 23,6 a 20,6 qq/ha) y la Cuenca del Salado (23,5 a 20,9 qq/ha). También se registraron mermas de los rindes en el NEA (-1,3 qq/ha); en el centro-norte de Santa Fe (-0,5 qq/ha) y en el centro de Buenos Aires (-1,3 qq/ha). La única zona que manifestó un incremento dentro de las regiones girasoleras más importantes fue el norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires, que alcanzó un record de 24,3 qq/ha. Y otros lugares que experimentaron incrementos fueron San Luis y el sur de Córdoba.
El informe del USDA de mayo de 2017
Mientras que en nuestro país ya ha concluido la campaña, en el hemisferio Norte recién está comenzando. Y de acuerdo a las primeras estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos se estima que la producción mundial de las siete principales oleaginosas crecerá 1,1%; y su consumo se incrementará en 3,6%. En el caso particular del girasol, los resultados arrojan que la producción aumentará un 0,9%, es decir 0,43 millones de toneladas. En tanto, el crushing subirá 2,1%, las exportaciones se mantendrán estables, las existencias declinarán 11,3% y la relación stocks/consumo se reducirá del 5,8 al 5,1%.
El dato significativo es la caída en la producción de girasol en Ucrania, que registra una baja del 1,8% (unas 250.000 toneladas menos), lo que permite una mayor oferta del cultivo por parte de nuestro país, alrededor del 3%, al igual que de la Unión Europea (2,6%) y Rusia (1,3%). El USDA pronostica una suba de apenas 100.000 toneladas para nuestra producción (de 3,3 a 3,4 millones de toneladas), mientras que la producción consolidada de nuestros tres competidores del Hemisferio Norte pasará de 33,0 a 33,1 millones de toneladas (0,3% de suba o sea apenas 106.000 toneladas).
La producción de los nueve principales aceites crecerá 4,4%, mientras que el consumo lo hará al 2,9%. Será abastecido por un 1,9% adicional de exportaciones. Los stocks crecerán 7,9%. La clave del aumento de la oferta se encuentra en la producción de 3,92 millones de toneladas adicionales de aceite de palma (6,2% de suba interanual). Afortunadamente, 2,16 millones de toneladas pasan a engrosar los stocks y sólo 1,51 millones de toneladas van al consumo.
Por su parte, la producción de aceite de girasol crecerá 2,1%, mientras que el consumo subirá 3,7% y declinarán 0,4% las exportaciones. Las existencias finales caerán 5 %. Y en lo que se refiere a la relación stocks/consumo, disminuirá de 9,9 a 9,1%. Se recuerda que las producciones de aceites de oliva, coco y palma no se originan en semillas oleaginosas de siembra anual, sino que son el producto de plantaciones y sus rendimientos anuales no están determinados por decisiones empresarias del período de mercado, sino por el clima, como factor preponderante.
Para nuestro país, el USDA postula que las exportaciones argentinas de aceite de girasol alcanzarán las 570.000 toneladas, cifra superior en 20.000 toneladas a las de la campaña anterior. Nuestra participación en el comercio mundial crecerá de 6,0 a 6,3%. Por su parte, las ventas externas de Ucrania pasan de 5,1 a 5,0 millones de toneladas; lo cual reduce a 55,1% su participación en el mercado mundial de aceite.
Precios y mercados
En abril, los precios promedio mensuales para los aceites en Rotterdam tuvieron, con respecto a marzo, el siguiente comportamiento: leve suba del 0,1% para girasol y caídas del 4,5; 3,1 y 2,6%, para los de palma, canola y soja, respectivamente.
Si la comparación se efectúa con los promedios de abril de 2016, sólo el precio del de canola registra una suba del 1,6%, producto de la digestión de stocks de prácticamente 1,3 millones de toneladas, a raíz del estancamiento en la producción mundial de la campaña anterior, mientras el consumo subía prácticamente en la misma magnitud en que declinaban las existencias. Por su parte, los aceites de girasol, palma y soja registran declinaciones del 8,5; 3,7 y 0,6%, respectivamente.
Al cierre del día 10 de mayo, el aceite de girasol cotizó en Rotterdam, para contratos de junio, U$S/tn 800 (20 dólares más que hace un mes) y U$S/tn 802,5 para julio-diciembre. Se observan descuentos de 2,2 y 5,1% en la posición junio, con respecto a los aceites de soja y de canola. Para agosto se obtienen leves primas en favor de nuestro aceite: 0,3 y 0,1% en relación a los de canola y soja, respectivamente.
Para nuestras exportaciones, que enfrentan claras restricciones de acceso al mercado único de la U.E., la referencia más próxima de precio externo la da el valor FOB de nuestro principal competidor (Ucrania, con el 55,1 % del comercio mundial), que además cuenta con una ventaja de localización (respecto a los mayores demandantes) expresada en el diferencial de costos de fletes: allí, los contratos registran U$S/tn 735 en junio. Este último es, en definitiva, el que -corregido por el diferencial de fletes- condiciona el FOB local de los próximos meses y por ende, la capacidad de pago de la industria al productor de materia prima.
El Ministerio de Agroindustria publicó índices FOB de U$S/tn 720, para el aceite de girasol (caída del 10% interanual) y de U$S/tn 725, para el de soja (merma i.a. del 1,1%). El valor FOB para la venta de grano se mantuvo en U$S/tn 370, con una baja interanual de 10 dólares.
También presentó su cálculo del FAS teórico para el valor implícito del grano, una vez descontados el fobbing y los costos de industrialización, comercialización, financieros e impositivos. Se publicó un FAS de $/tn 4.445, o sea U$S/tn 290,5 (suba mensual en pesos, del 2,2%); en el cual no se computan las bonificaciones por materia grasa ni descuentos por cuerpos extraños y acidez.
En Necochea, la industria ofrece U$S/tn 265. En Bahía Blanca, el girasol cotiza U$S/tn 270 y 5 dólares más con entrega y pago en junio. En junín se pagan U$S/tn 280 con cupo y 5 dólares más para para junio y julio (U$S/tn 285). En Daireaux se ofrecen U$S/tn 267 con descarga y 269 para junio.
El INDEC publicó en su informe de “Intercambio Comercial Argentino” las exportaciones del complejo acumuladas a marzo de 2017. Lamentablemente no incluyen el dato de harinas o pellets. Las ventas alcanzaron la cifra total de 123 millones de dólares, con una caída de 39 millones de dólares con respecto al primer trimestre de 2016 (-24%). En aceites, se pasó de 143 a 106 y en semillas (grano) de 19 a 17 millones de dólares.
El Ministerio de Agroindustria registró que las compras de la industria del producto de la campaña local 2016/17 declaradas hasta el 3 de mayo, alcanzaban 1,931 millones de toneladas. Entre ellas, las efectuadas a fijar representaban el 28,5% del total, de las cuales el 49,4 % ya tenía precio cerrado. Las compras para exportación de grano de la campaña 2016-17, fueron de 54.500 toneladas, de las cuales 12,1% se contrataron a fijar y un 45,5% ya tiene precio hecho. La exportación de semilla registraba, a esa fecha, embarques por 17.000 toneladas.
Autor: Jorge Ingaramo – Asagir