La producción récord de trigo hard de la cosecha 2014/15 en el estado brasileño de Paraná de 3,73 millones de toneladas, ante una necesidad local de molienda de 2,40 millones de toneladas, ha generado un excedente de 1,33 millones. Este sobrante -junto con los incentivos del gobierno que ha pagado el flete de estas operaciones de compraventa de mercadería por parte de los molinos-, cambió significativamente el flujo de movimiento del cereal en el país, con el envío de más de 800 mil toneladas, por cabotaje, hacia los molinos del Norte/Noreste de Brasil. Recordemos que estos mercados suelen ser abastecidos por el trigo estadounidense y argentino.
Para entender mejor lo que sucedió, hay que saber que el trigo producido en el Estado de Paraná tiene una calidad similar a la importada, siendo entonces el precio el factor determinante a tener en cuenta, como se expone en la tabla N° 1.
Este hecho provocó un cambio en las perspectivas sobre la producción de trigo en Brasil y disparó la siguiente pregunta: ¿cuáles son las condiciones reales de Brasil para aumentar su producción y, finalmente, llegar a ser autosuficiente?
La respuesta está relacionada con la eliminación de algunos obstáculos que, en la actualidad, son limitantes para la producción, más otros que fomentan la búsqueda de trigo importado y que son los siguientes:
1. Factores que limitan la producción de trigo en Brasil
i) Alto riesgo de producción. En los dos mayores estados productores (Paraná y Rio Grande do Sul) los riesgos climáticos han generado una menor preferencia por la inversión en trigo.
ii) Problemas en el actual seguro agrícola bancario y la falta de una adecuada cobertura para los riesgos de la producción triguera.
iii) Menor rentabilidad en comparación con el maíz (invierno) y la soja (verano).
2. Factores que motivan la preferencia por trigo importado entre los molinos costeros:
i) Mejores condiciones de pago: mientras que el pago del trigo nacional debe efectuarse en un máximo de 35 días, el importado se puede pagar hasta en 365 días (un año).
ii) Tasa de interés más baja en el financiamiento de la compraventa de trigo importado: mientras que a nivel nacional las tasas comienzan en niveles de 6,40% anual, los intereses en Estados Unidos y Europa son del 0,756% anual y -0,16% anual, respectivamente.
iii) Calidad: el trigo externo presenta parámetros más regulares que el trigo nacional.
iv) Logística de inventario: el trigo nacional debe ser comercializado en los primeros tramos de la campaña, para que los almacenes locales puedan recibir posteriormente la soja y el maíz. En cambio, la importación puede llevarse a cabo en cualquier mes del año. El único problema es que el trigo importado a veces puede demorar 60 días más de lo previsto en ser entregado debido a la congestión en los puertos de origen o destino.
v) Logística de carga y descarga en los molinos costeros: como un buque de trigo promedio descarga unas 25.000 toneladas a la vez, se requiere la contratación y administración de 1.000 camiones para absorber la carga, con las dificultades logísticas y de costos que esto conlleva.
vi) Logística de transporte: el mejor medio de transporte entre el Sur y el Norte/Noreste de Brasil es por mar, pero la navegación costera todavía tiene algunas desventajas en relación con la navegación de larga distancia, que se realiza bajo bandera extranjera. Mientras que los buques de pabellón extranjero están totalmente exentos del pago de impuestos sobre el transporte de mercancías, las naves brasileñas tienen que pagar 1,65% para PIS (Programa de Integración Social), 7,6% para COFINS (Contribución Financiera a la Seguridad Social) y 17% en concepto de Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre el flete de la carga contratada. Esto explica por qué un barco que viaja 3.496 millas náuticas desde Bahía Blanca (Argentina) a Fortaleza cuesta u$s 26,50/tn y un barco que viaja 1.828 millas náuticas desde Paranaguá a Fortaleza cuesta u$s 24,34/tn (en un entorno competitivo debería ser sólo u$s 13,25/tn o menos).
Como se puede ver, la mayoría de estos factores limitantes son artificiales y podrían ser eliminados; por ejemplo, mediante una acción gubernamental decidida y positiva de incentivos.
La pregunta siguiente es: ¿cuáles son las posibilidades efectivas de que Brasil logre ampliar su producción de trigo?
Creemos que la expansión de la producción de trigo en Brasil puede haberse iniciado con la campaña 2014/15, merced al descubrimiento de una forma de regular el flujo del trigo de Paraná a los molinos de la Costa Norte/Noreste de Brasil y del trigo gaucho -de menor calidad- hacia el extranjero. El precio más bajo del trigo paranaense eventualmente pudo compensar las ventajas de adquirir trigo importado.
Como el trigo es un cereal de invierno que utiliza la misma área que los cultivos de verano, es natural pensar que el crecimiento del trigo se producirá en aquellas zonas donde hoy se alojan los cultivos de verano, ya que cuentan con la infraestructura de producción y almacenamiento y necesitan hacer rotación de las tierras. Vamos a tomar la cosecha de soja como parámetro, aunque también las superficies sembradas con maíz podrían recibir la siembra de trigo. La Tabla N° 2 muestra, en los principales estados, la comparación de las superficies de soja y trigo en la cosecha de 2014/15.
Se observa que sólo el estado de Paraná, que produce un grano similar al de Argentina, tendría superficie para implantar un área más grande que la que este país actualmente siembra (3,9 m/ha). Además el Estado de Paraná cuenta con equipo, mano de obra, capacidad de almacenamiento y recursos para aumentar el área sembrada con trigo. Por otra parte, si se considera toda la región sur, que tiene una tradición en el cultivo de trigo, sería más del doble del área ahora ocupada en Argentina.
Estaría disponible también toda la región del Medio Oeste del país, donde hay cerca de dos millones de hectáreas de terreno plano o ligeramente curvado que están a 1.000 metros sobre el nivel del mar y por lo tanto tienen clima favorable. Es cierto que se trata de una región que no recibe lluvia en invierno, entre marzo y septiembre, pero ya existen 800.000 hectáreas con equipos de riego instalados, utilizando la más alta concentración sumergida de agua dulce en el mundo, que es el Acuífero Guaraní. En estas regiones, donde ahora crecen sólo unas 152.400 hectáreas de trigo, la productividad es de más de 4.000 kg/ha, llegando a veces hasta 5.000 kg/ha y la calidad es superior a la del trigo argentino. Para 2015/16 se espera que aumente la siembra hasta 250 mil hectáreas, con el apoyo de las grandes empresas, debido a la excelente calidad obtenida y la proximidad a los puntos de demanda. El clima cálido reduce a casi cero la presencia de DON (micotoxina producida por fusarium). El Gobierno de Minas Gerais ha estado trabajando desde el principio con la creación de COMTRIGO, un programa que tomó la iniciativa de unir a los sectores involucrados en la cadena (productores, industria y gobierno), contribuyendo al entendimiento entre las partes, incluyendo incentivos fiscales e impositivos. Más aún, en Minas Gerais casi toda la producción está segregando.
Técnicamente, por lo tanto, sería posible aumentar significativamente la producción de trigo en Brasil y mucho. En el largo plazo, cuando se eliminen los inconvenientes mencionados anteriormente, sería posible llegar a una salida igual a la de Estados Unidos, alrededor de 54 millones de toneladas de trigo por año, sin necesidad de abrir nuevas áreas y sin utilizar las áreas ya sembradas con maíz, que serían otros 6,2 millones de hectáreas.
Detalles de la producción, industrialización y comercialización de trigo en Brasil
Una de las particularidades más importantes en la cadena del trigo en Brasil es la presencia de las cooperativas. Ellas conocen directamente al productor y ya cuentan con una fuerte presencia en la molienda de trigo, por lo que pueden influir en el tipo de semilla a utilizar y fomentar el uso de variedades para panificación y su posterior segregación en el almacenaje. Este fenómeno se produce principalmente en el estado de Paraná, como se muestra en la Tabla N° 3.
Esta concentración de la comercialización y molienda de trigo en el sector cooperativo genera una diferencia en el desempeño del sector, incidiendo en la conducta de los productores en lo relativo a la elección y abastecimiento de las semillas hasta en el manejo post-cosecha, con la recepción y segregación del producto, su industrialización y ventas de harina al por mayor, al tiempo que la actitud de los molinos es dispersa y se centra sólo en la molienda.
Hay otra cuestión muy importante que distingue al sector del estado de Paraná respecto del de Rio Grande do Sul, no sólo en el desempeño de las cooperativas, sino de toda la industria de la molienda en general: la venta de harina. Mientras que los molinos de Rio Grande do Sul venden su harina en el mercado spot de São Paulo, Belo Horizonte, Río de Janeiro y Bahía, donde existe una fuerte competencia y las fluctuaciones son diarias; los molinos de Paraná tienen contratos a largo plazo con los grandes compradores de harina para la producción de pasta y galletas, como Nestlé, Kraft Foods, Pepsico y otros, recibiendo garantías de pago y mejor remuneración. Muchas fábricas privadas de Paraná también elaboran productos de repostería, como pasteles, que se venden al por mayor dentro de un radio de 200 km a la redonda, donde dominan los precios de venta y por lo tanto logran una sólida rentabilidad, aunque ahora esta práctica ya se está siendo utilizada también por algunos molinos de Rio Grande do Sul.
El siguiente paso, inevitable en el muy largo plazo, es la integración vertical del sector. Esta no vendrá de parte de los molinos, cuya acción es aislada y no se dedican a la producción de granos, sino que podría estar comandada por las cooperativas, que cuentan con unidad de acción y deben maximizar su rentabilidad, dado que hoy es necesaria la ayuda del gobierno.
Esta expansión debe verificarse hasta el consumidor final, con la implementación de redes de venta de productos elaborados con materias primas producidas por sus miembros: jugos, pan, pizza, hamburguesas, carne, jamón, leche, queso, café, etc. Hay un enorme vacío en este mercado exactamente en la zona de mayor operación del agro, que está al oeste del país, que carece de bienes y servicios y que tuvo un crecimiento a un ritmo del 15% anual en 2014, cuando el país en su conjunto apenas creció sólo un 0,5%. Hay varias marcas de productos manufacturados en esta región que son éxito de ventas, pero totalmente desconocidas en las grandes ciudades de la costa, lo que demuestra la viabilidad de este proyecto.
Se espera que esta fase aumente significativamente la producción de trigo en el país, consolidando la autosuficiencia y colocándolo como un importante exportador mundial, tal como ocurre hoy con la soja y el maíz.
Reflexiones finales
El primer relevamiento de siembra de trigo de la CONAB para la cosecha 2015/16 en Brasil advierte que no habrá expansión de la superficie sembrada, pero tampoco habría una disminución; se mantendría el área de 2014/15. Si esto se confirma y el clima ayuda será una gran noticia para el país, que finalmente podrá producir las 7,7 millones de toneladas que se esperaban el año pasado, logrando un aumento de 1,8 millones de toneladas, un pasito más hacia la autosuficiencia.
Si Río Grande do Sul produce 3,03 millones de toneladas y Paraná repite las 3,73 millones de la campaña anterior, estos dos Estados en conjunto producirán 6,76 millones de toneladas, con 2,86 millones de superávit para colocar en el resto del país. Si una vez más hubiese subastas de flete de transporte del gobierno, llamadas PEPRO, como sucedió en esta campaña para cubrir el flujo hacia el Norte y Noreste y al exterior, se reducirá casi a la mitad la necesidad de importación de trigo de otras fuentes, principalmente de Argentina y Estados Unidos
Luiz Carlos Pacheco, editor del Informativo Trigo&Farinhas (Brasil)
Fuente: BCR