Para la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés), este año, el Día Internacional de los Bosques se centra en “Bosques, clima, cambio”. Con el propósito de destacar las funciones que desempeñan estos espacios naturales, el organismo internacional aspira a concienciar sobre la importancia que tienen en la vida de las personas. En este contexto, Pampero TV entrevistó a la directora de Bosques de la Secretaría de ambiente y desarrollo sustentable de la Nación.
José Graziano Da Silva, director general de la FAO, durante la celebración internacional destacó “el papel esencial que juegan los bosques en la erradicación de la pobreza, la conservación del medio ambiente, la seguridad alimentaria y desarrollo sostenible”.
Los bosques cubren el 31 % de la superficie terrestre y brindan refugio, alimentos, combustible y medicinas a más de 1.600 millones de personas. Por esto, para la FAO “la gestión sostenible de todos los tipos de formaciones boscosas forma parte de la solución a los conflictos, que afectan tanto a países en vías de desarrollo como a los desarrollados”.
Según Da Silva, las estrategias a futuro para el cuidado de los bosques debe ser obligatoria. “Las prácticas de manejo forestal sostenible deberán estar basadas en la idea de que todo árbol utilizado debe sustituirse por otro nuevo”.
En América del Sur, el cambio en el uso del suelo podría impactar en el calentamiento del planeta. Según el Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), durante los últimos 50 años, las temperaturas de la superficie de la Tierra aumentaron al doble de velocidad que lo observado durante la primera mitad del siglo XX.
Los bosques nativos forman parte del sistema climático y son fundamentales para la infiltración del agua, la fotosíntesis, la captura de carbono y la supervivencia de muchas especies de invertebrados y mamíferos que integran la cadena ecológica. También favorecen la contención de la erosión, entre otros servicios.
Para Inés Gómez, directora de Bosques de la Secretaría de ambiente y desarrollo sustentable de la Nación, “si bien las inundaciones son un tema complejo,es innegable el rol que desempeñan los bosques debido a que son los protectores de los suelos y los que permiten una mayor absorción”.
“Cuando el suelo queda desnudo absorbe menos agua y escurre más. Esta situación genera escorrentías, lo que aumenta el caudal de los ríos y, por lo tanto, es mucho más frecuente la posibilidad de inundaciones”, señaló Gómez.
Conservar, es Ley
Según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, entre 1998 y 2006 la superficie deforestada fue de 2.295.567 hectáreas, lo que equivale a más de 250.000 hectáreas por año, una hectárea cada dos minutos.
“La Ley de bosques en la Argentina tiene como objetivo la protección del bosque nativo pero respetando y estimulando a los productores”, expresó Gómez quien además explicó que “como hay una gran cantidad de pequeños productores y comunidades de pueblos originarios que viven en el bosque, el objetivo de la ley es generar trabajo, condiciones para mejorar la calidad de vida pero siempre conservando el bosque nativo”.
A partir de la sanción y reglamentación de la Ley Nacional N° 26.331 de Protección de los Bosques Nativos, la Argentina se ha convertido en el primer país de América Latina en otorgar recursos financieros a las provincias.
“La ley prevé un fondo, una compensación económica, para aquellos habitantes y productores de los bosques nativos que adopten estas prácticas sustentables a través de planes de manejo y conservación”, indicó la directora de Bosques.
La promulgación de la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos para la Protección de los Bosques Nativos de la Argentina en el año 2007 estableció la necesidad de planificar el uso sustentable y la conservación del patrimonio natural nativo. Esto obliga a las jurisdicciones provinciales a realizar planes de ordenamiento territorial de sus superficies de bosques nativos para determinar qué áreas pueden ser transformadas, manejadas forestalmente o protegidas. (INTA)