Auge de la cebada en Argentina por demanda de China

Los precios internos de la cebada forrajera se dispararon y se paga con prima sobre el trigo en los mercados concentradores, lo que hace crecer el área sembrada.

El papel de China y las perspectivas para la nueva campaña en nuestro país.

Datos clave

  • En la campaña 2021/22 se sembrarían 1,34 millones de hectáreas con cebada, según datos de MAGyP, un incremento del 8% en relación con la campaña pasada.
  • En los principales mercados concentradores, se está pagando la cebada forrajera a cosecha en paridad o con prima sobre el trigo de exportación, toda una peculiaridad.
  • Se espera un gran salto exportador: las exportaciones crecerían un 20% en la campaña, hasta 3,5 millones de toneladas.
  • Las DJVE de cebada forrajera 2021/22 son las más altas de la historia para la fecha. Se llevan declaradas 745.000 t, un 370% por encima de la campaña previa.
  • El spread de los precios de exportación de la cebada cervecera sobre la forrajera en 2021 es el más bajo en los últimos 30 años.
  • China estaría importando en la 2021/22 10 Mt de cebada, récord absoluto. La disputa comercial con su principal proveedor, Australia, implica una oportunidad histórica para nuestro país de abastecer ese mercado.

Comenzaron a sembrarse los cultivos de una nueva campaña fina en nuestro país, con condiciones agronómicas y comerciales que auguran buenos resultados. Por un lado, el buen perfil de humedad en los suelos de la gran mayoría de las zonas donde predominan los cereales de invierno permite avanzar con buen ritmo en la siembra y, por otro lado, los buenos precios a cosecha permiten ir cerrando resultados con anticipación.

En este panorama, el cultivo de cebada se espera que gane mayor protagonismo en la campaña. Las muy buenas oportunidades comerciales externas para la cebada argentina apuntalaron las condiciones de compra en el mercado interno, lo que impulsó a un mayor número de productores a decidirse por el cultivo, aun a pesar de los buenos precios que también se presentan para vender trigo a cosecha.

Las primeras estimaciones de siembra hablan de que podrían implantarse 1,34 millones de hectáreas con cebada, lo que representaría un incremento del 8% en relación con la campaña pasada, considerando las estimaciones del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Tomando en cuenta rindes tendenciales, podríamos tener una campaña en torno a los 4,7 millones de toneladas, tanto de cebada con destino forrajero como la cebada de calidad cervecera. Otras fuentes ubican este guarismo incluso por encima, como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, que proyecta la producción nacional para la nueva campaña en 4,8 millones de toneladas.

La Provincia de Buenos Aires, que concentra el 85% del área sembrada de cebada en nuestro país, incrementaría el área destinada al cultivo en unas 105.000 hectáreas (+7%) entre campañas, apostando a sembrar 1,15 hectáreas en la 2021/22. Este número aún está lejos de las 1,65 Mha que llegó a sembrar en la 2012/13, cuando Argentina alcanzó el récord de 1,87 millones de hectáreas sembradas con el cereal. La Pampa aparece como la segunda provincia con mayor área destinada a cebada, con 112.000 hectáreas proyectadas en la 2021/22 (sin cambios entre campañas), seguido por la provincia de Córdoba con 33.499 hectáreas (+2% entre campañas) y Santa Fe con 18.765 ha (-20%).

El sur de la provincia de Buenos Aires no solo concentra el grueso de la producción nacional, sino que también concentra el polo de demanda del complejo cebada en nuestro país. El 65% de las 875.000 toneladas anuales de capacidad maltera nacional se localiza entre Puan, Bahía Blanca y Tres Arroyos. A su vez, desde los puertos de Necochea y Quequén salió en 2020 el 71% de las exportaciones de cebada de nuestro país, con los puertos de Bahía Blanca concentrando el 22% de los embarques.

El mercado local está mostrando un claro incentivo a incrementar el área sembrada con cebada, pagando primas por encima del precio del trigo en los principales mercados concentradores, lo que no suele ser la norma. Tomando las cotizaciones estimativas de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca del día 15 de junio, el precio de la Cebada forrajera para entrega en ese destino en el mes de diciembre se negociaba a US$ 200/t, US$ 10/t por encima del trigo cámara. Si nos remontamos a la misma fecha de 2020, el precio de la cebada a cosecha se negociaba con un descuento de US$ 30/t por debajo del precio del trigo, en US$ 135/t.

En lo que respecta a la hoja de balance de oferta y demanda para nuestro país para la nueva campaña, se proyecta una mayor producción y un mayor stock inicial. Aun así, el importante incremento de las exportaciones que se espera (+20%) junto con mayor demanda para la industria cervecera, repercutirían en una caída en los stocks finales para la campaña 2021/22 y un menor ratio stock consumo en relación con la campaña previa. Las exportaciones alcanzarían los 3,5 millones de toneladas, de cumplirse, el mayor volumen exportado desde la campaña 2012/13.

Argentina lleva a la fecha el mayor volumen de cebada forrajera comprometido para esta altura del año en su historia.  Actualmente, el sector exportador lleva declaradas en ventas al exterior 745.000 toneladas de cebada forrajera para entregas a partir de diciembre, un 370% por encima de lo que se llevaba comprometido a misma altura del año pasado (160.000 t).

A su vez, se llevan comercializadas externamente 70.180 toneladas de cebada cervecera. Si bien en términos históricos la demanda por el cereal con esta calidad no es despreciable, los números no son comparables con la intensidad de la demanda del cereal para forraje, ubicándose incluso por debajo del promedio de las últimas tres campañas. En total, Argentina concentra compromisos al exterior para la campaña que se siembra actualmente por 815.180 toneladas del cereal, un 50% por encima de la 2018/19 que ostentaba el récord anterior en premura en la comercialización externa.

Esta mayor intensidad relativa en cuanto a la demanda del cereal para forrajes en relación con la cebada cervecera también puede apreciarse analizando los precios de exportación desde los puertos nacionales. A pesar de que, como es lógico, la cebada de mayor calidad opera con una prima por sobre la cebada forrajera, esta relación ha disminuido de forma considerable en el último tiempo.

Tomando los precios FOB oficiales para embarques cercanos (posición spot) de cebada de ambas calidades, vemos que la prima de precios (FOB cebada cervecera / FOB cebada forrajera), ha tendido a disminuir en el último tiempo, hasta alcanzar a la fecha 1,08 (es decir, la cebada cervecera se vende apenas un 8% por encima de la forrajera). Si tomamos los promedios anuales de este ratio, podemos ver que en 2021 esta relación es la menor desde, al menos, 1993, lo que permite ver el encarecimiento relativo de la cebada para forrajes producto del contexto internacional.

Incentivos externos. China como gran comprador

El mercado mundial de cebada se ha visto afectado por una particularidad en los últimos meses: el hambre importadora por parte de China, y el conflicto comercial que se desató entre este país y Australia.

China es, junto con Arabia Saudita, el gran comprador de cebada para forrajes en los mercados mundiales. En los últimos 10 años, el país asiático incrementó sus importaciones del cereal en un 500%, y se espera que en la campaña comercial 2021/22 adquiera internacionalmente un récord histórico en torno a los 10 millones de toneladas. La particularidad del caso es que la aprobación para exportarle cebada a China no es automática, y son contados los países habilitados para tal cosa. Los orígenes de relevancia para la exportación del cereal a ese país son 5: Argentina, Australia, Canadá, Francia y Ucrania.

Su principal proveedor, principalmente por la competitividad que le asigna la cercanía, y por la buena calidad de su mercadería, venía siendo de forma sostenida Australia, que le exportaba en promedio unos 4 millones de toneladas anuales (promedio 2015-2019), representando entre en 40 y el 80% de las importaciones del gigante asiático. Sin embargo, en el año 2020 las relaciones entre China y Australia se quebraron desde que el primer ministro australiano, Scott Morrison, pidiera una investigación internacional sobre los orígenes de la epidemia de COVID-19. Esta disputa escaló, y China comenzó a poner restricciones al comercio entre los países. Entre los productos castigados está la cebada; China impuso un arancel del 80,5% a las importaciones desde el país oceánico, lo que obligó a los importadores a redirigir sus compras hacia otros orígenes, incrementando la participación de los 4 países restantes.

Así, en 2021 China deberá salir a buscar al mercado esta cuota que no será abastecida por Australia, hasta tanto no se destrabe el conflicto, ajustando las existencias del resto de los países habilitados y poniendo presión sobre el mercado mundial del cereal.

En el gráfico podemos observar los precios de exportación de la cebada en distintos orígenes. Vemos que la cebada no fue ajena a la fuerte tendencia alcista experimentada por los commodities agrícolas a partir de mediados de 2020. Sin embargo, podemos ver un desfasaje entre la evolución del precio con origen en Australia y el resto de los países competidores a partir de que irrumpió la disputa con China. Australia venía siendo el origen más caro casi ininterrumpidamente desde 2017, para ubicarse cerca de US$ 40/t por debajo de sus competidores, aun a pesar de estar contra cosecha. Actualmente el origen más caro entre los países analizados es nuestro país, con un valor FOB de US$ 260/t.

Fuente: BCR

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