La Industria del Biodiesel en la República Argentina ocupó hasta el año 2012 el primer lugar como productor mundial de biodiesel en base a aceite de soja. Diversos factores tales como los altos derechos de exportación fijados por el Gobierno Nacional, un régimen impositivo no conveniente, las medidas antidumping aplicadas por la Unión Europea y la posterior acción del gobierno español de excluir a las fábricas argentinas de biodiesel para vender a dicho país -entre otros- fueron generando una caída en el nivel de actividad de la industria del biodiesel argentino que la llevó en el año 2013 a perder ese sitial de privilegio en manos de los Estados Unidos de América. Para el presente año 2014, las estimaciones de Oil World muestran que Argentina perdería también el segundo lugar en manos de la producción brasileña. Quedaría relegada, de esta forma, al tercer lugar.
Como puede verse en el cuadro N° 1 titulado “Producción mundial de Biodiesel. Desagregado por países y en base a la materia prima utilizada”, en el año 2012 Argentina era el principal productor de biodiesel en base a aceite de soja, con una producción anual de 2,46 millones de toneladas. En segundo lugar se ubicaba Estados Unidos con 1,83 millones de toneladas y luego Brasil con 1.800.000 toneladas.
Un año después, nuestro país registró una producción de 2 millones de toneladas, siendo superada por Estados Unidos de América, cuya industria generó cerca de 2,5 millones de toneladas. Brasil le pisó los talones a Argentina en el año 2013, obteniendo una producción de biodiesel en base a soja de 1,89 millones de toneladas.
Para el actual año 2014, las estimaciones de “Oil World Statistic Update” proyectan que Argentina estará por debajo de Estados Unidos y Brasil con una producción del orden de 2,05 millones de toneladas. USA alcanzaría una producción de biodiesel en base a aceite de soja de 2,27 millones de toneladas y Brasil de 2,16 millones.
Esta caída en el posicionamiento argentino también se ve reflejada en el ranking de países productores del biodiesel (Cuadro N°2) sumando aquellas producciones que surgen de la utilización de diversos aceites o productos como materia prima. Ellos son: aceite de soja, aceite de colza, aceites de palma, aceite de girasol, sebo, aceite de coco, uso de aceite de cocina y otros aceites o grasas. El cuadro N°2 muestra que Argentina era en el año 2012 el tercer productor mundial de biodiesel, computando todos los aceites utilizados como materia prima. Era superada por los Estados Unidos de América -quien registró en dicho año una producción de 3,3 millones de toneladas- y Alemania con 2,63 millones de tn.
Para el año 2014, Oil World Statistics estima que Argentina descenderá al 5to lugar en el ranking, con una producción de biodiesel de 2,05 millones de toneladas. Habrá entonces, según las proyecciones de esta firma, cuatro países que aventajarían a nuestro país: USA con 4,3 millones de toneladas, Indonesia con 3,8 millones de tn., Brasil con 3 millones de toneladas y Alemania con 2,75 millones. Es importante consignar que las estadísticas del año 2013 muestran ya la caída de Argentina al quinto lugar, siendo superada por los países citados en el párrafo anterior.
Del cuadro N°1 es llamativo ver como la producción de biodiesel se estaría duplicando a nivel mundial en el término de seis años. En el año 2008 la producción total de biodiesel fue de 14,18 millones de toneladas. Oil World estima que la misma alcanzará los 29,12 millones de toneladas en el año 2014. Esto marca la evidencia de que estamos ante una industria sumamente competitiva a nivel mundial, con producciones anuales en alza y con una complejidad creciente en el acceso a nuevos mercados, especialmente para nuestro país.
A esto se suma un ingrediente adicional. El aumento que ha registrado en los últimos dos años la producción de biodiesel en base a aceite de palma (ver cuadro N°1). Si evaluamos individualmente la producción mundial de biodiesel en base a aceite de palma, colza y soja, todas ellas rondaban en el año 2012 en 6 a 6,8 millones de toneladas de producción, respectivamente. El crecimiento del aceite de palma ha sido explosivo. Se espera que en el año 2014 la producción de biodiesel con esta materia prima aumentará un 40% respecto de los valores del año 2012: pasará de 6,82 millones de toneladas en el año 2012 a 9,56 millones de toneladas en el 2014. En anteriores informativos semanales dábamos cuenta de que una hectárea sembrada con aceite de palma puede generar 4.752 litros de biodiesel. En cambio, una hectárea con soja podría permitir obtener apenas 502 litros de biodiesel.
Regresando al caso argentino, la caída en la producción de nuestro país en el año 2013 y la posible en el 2014, obedece a una serie de factores que se enumeran seguidamente:
a) Las medidas antidumping aplicadas por la Unión Europea a las exportaciones argentinas de biodiesel en el año 2013 y la posterior acción del gobierno español de excluir a las fábricas argentinas de biodiesel del listado de plantas autorizadas a vender a dicho país. Esto implicó el cierre de este importante mercado para el biodiesel argentino. No olvidemos que en el año 2012 cuando nuestro país produjo 2.455.000 toneladas de biodiesel, las exportaciones argentinas a la Unión Europea fueron de 1.385.000 toneladas. El 56% de la producción nacional se despachó a Europa. Una cifra realmente importante.
b) Los altos derechos de exportación fijados por el Gobierno Nacional, los cuales recién se redujeron en Junio del 2014. Durante el año 2013 y hasta junio del 2014, la industria del Biodiesel sufrió altos derechos de exportación y un negativo régimen impositivo. Recién a mediados de este año se confirmó la baja en la alícuota del derecho de exportación que tributa el producto: pasó de 21,75% al 11,07% aproximadamente. Esto fue muy bien recibido por el sector oleaginoso. Otra medida que colaboró con la industria fueron los cambios impositivos. En dicho mes de Junio el Senado convirtió en ley el proyecto que eximía de impuestos al biodiesel. Se eliminó de esta forma la alícuota del 22% al biodiesel que se utilizaba para la generación eléctrica y del 19% de la tasa del combustible, este último hasta el 31 de diciembre de 2015.
De todos modos, el panorama para el biodiesel argentino sigue mostrando nubarrones e incertidumbres. Según un informe reciente de la Fundación INAI (Instituto para las Negociaciones Agrícolas internacionales), el pasado 21 de julio de 2014 el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual de Perú (Indecopi) dio inicio formal a una investigación por presuntas prácticas de subvenciones en el biodiesel (B100) que ingresa a ese país procedente de Argentina. La medida se inició a instancias de la empresa Industrias del Espino S.A. (principal productor peruano de biodiesel a base de palma aceitera, quien genera el 88% de la producción peruana según datos del año 2013). La denuncia sostiene que el gobierno Argentino estaría concediendo subvenciones a la producción de biodiesel, instrumentadas mediante determinados beneficios fiscales para la promoción de la producción de biocombustibles otorgados a las empresas argentinas.
En el procedimiento de investigación se considerará el periodo comprendido entre enero y diciembre de 2013 para la determinación de la existencia, naturaleza y cuantía de las subvenciones; mientras que para la determinación de la existencia del daño a la Industria del Perú y la relación causal se considerará el periodo comprendido entre enero de 2009 y junio de 2014. A partir de Julio de 2014 se inició un período de seis meses para que las partes interesadas presenten pruebas o alegatos, prorrogables por tres meses adicionales.
Tal como indica la Fundación INAI, se trata de un problema importante para Argentina ya que la República del Perú se ha convertido en un destino de importancia para el biodiesel de nuestro país, luego del cierre del mercado europeo. En el año 2013, en base a datos de COMTRADE, se registraron exportaciones por 198 mil toneladas y 183 millones de dólares. Y entre enero y julio de este año, según datos de la AFIP, se exportaron a Perú unas 157 mil toneladas, por un monto FOB de 132 millones de dólares.
Otra noticia negativa es la surgida en los últimos meses en Europa. El Consejo de la Unión Europea decidió limitar el consumo de biocombustibles provenientes de cultivos alimentarios en el transporte para el año 2020, para cuando se espera que al menos el 10% del combustible para este sector provenga de fuentes renovables. Los Ministros de Energía de los 28 países acordaron fijar un tope del 7% a los llamados “biocombustibles de primera generación”.
Europa busca acelerar el cambio hacia una nueva generación de biocombustibles fabricados con algas y algunos residuos. Si bien la propuesta debe ser aprobada por el Parlamento Europeo, el año pasado parlamentarios de la UE votaron a favor de un límite del 6% en el uso de dichos biocombustibles. Este movimiento de la UE hacia los llamados biocombustibles de segunda generación afecta a países como Argentina que han desarrollado una industria en base a biocombustibles de primera generación, específicamente utilizando aceite de soja.
Pero no solamente Argentina sufre problemas de medidas antidumping y de aplicación de derechos compensatorios por parte de Europa. Nuestro competidor, Estados Unidos, también lo sufre. El informe de Agosto 2014 de la Fundación INAI indica que ante la inminente finalización de las medidas antidumping y los derechos compensatorios impuestos por la Unión Europea a las importaciones de biodiesel proveniente de Estados Unidos, la Comisión Europea (CE) acogió el reclamo de la European Biodiesel Board (EBB) y decidió volver a reconsiderar ambas medidas.
La EBB -entidad que nuclea a industrias del biodiesel de Europa- presentó meses atrás una solicitud ante la CE para que dichas medidas contra Estados Unidos fueran prolongadas en el tiempo, ya que su eliminación “acarrearía probablemente la reaparición del dumping, la subvención y el perjuicio para la industria de la UE”. La EBB sostiene que si finalizan las medidas, es probable que el nivel actual de importaciones en la UE de biodiesel americano aumente, afectando a la industria local europea.
En consecuencia, la CE evaluará si existe continuación o reaparición del dumping y subvención e investigará a los productores-exportadores de EE.UU. y a los importadores no vinculados con ellos. Este procedimiento de reconsideración podría conducir a la derogación o al mantenimiento de las medidas, usualmente por otro periodo de 5 años.
Si se verifica la inexistencia de daño o amenaza de daño y se decide derogar las medidas, EE.UU. podría volver al mercado europeo, ocupando la porción del mercado que han dejado Argentina e Indonesia, afectados por medidas antidumping desde el año pasado. La resolución de este tema tiene relevancia para Argentina, ya que puede sentar precedente en la posible reapertura del mercado europeo a las exportaciones argentinas de biodiesel. No obstante ello, según los expertos de la Fundación INAI “es difícil que se deroguen dichas medidas, dado que por un lado EE.UU. no ha abandonado su política de subsidios a los biocombustibles, mientras que por el otro, la UE se ha mostrado permeable al reclamo de su industria interna, la cual ha crecido bajo el amparo de desembolsos y protecciones gubernamentales”.
Autor: Julio Calzada
Fuente: BCR