“Argentina decidió no crecer más en la cadena de la soja”

El titular de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina, Gustavo Idígoras, habló sobre las oportunidades que pierde nuestro país en materia productiva y comercial en el complejo sojero.

La pobre performance de la Argentina de no haber aprovechado la pujanza y el potencial de la agroindustria, hizo que la pobreza creciera. Llamativamente, Brasil mantuvo una estrategia totalmente distinta y logró bajar notablemente la situación de pobreza estructural del país.

Para el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina (Ciara), Gustavo Idígoras, “la cadena de valor de la soja ha sido un líder internacional”, no solamente por el nivel de producción sino por la adopción de la tecnología.

No obstante, ese estatus fue perdido por nuestro país, debido a las últimas políticas económicas y comerciales adoptadas en los últimos años. “Fuimos uno de los primeros en adoptar la biotecnología en la década del ‘90. A partir de allí, los productores desarrollaron un sistema de conservación de suelo y de rotación de cultivos, denominado Siembra Directa”, insistió.

Sumando a la alta tecnología de producción el proceso de desregularización de puertos, y agregando un tercer componente, como el buen servicio profesional privado, la cadena productiva en el país llevó los puertos a las zonas de producción. Esos tres componentes –con una demanda mundial creciente– le permitieron a la Argentina pasar de 20 millones de toneladas a más de 120, 130 millones de toneladas. Pero además logró diversificar mercados.

“Sin embargo, desde hace doce años, la Argentina decidió no crecer más en producción ni en procesamiento de soja. Mientras nuestros competidores siguieron creciendo tanto en producción como en molienda”, explicó el referente en el webinar de Acsoja.

En ese sentido, especificó que se calcula que “la Argentina perdió 43.500 millones de dólares por no permitir crecer al complejo oleaginoso; el valor de la deuda externa”, puntualizó.

Mientras tanto, en paralelo, Brasil llevó su producción de 70-80 millones de toneladas a 140-150 millones, que es lo que se proyecta para el año que viene. Sin dudas, esto genera incentivos para construir molienda en origen.

Innumerables países en Europa, África y Asia construyeron plantas de molienda en destino para poder programarse y anticiparse, ya que la demanda lo necesita para el crecimiento que se viene.

En la Argentina, en cambio, los incentivos son muy bajos, por el constante cambio de reglas y la situación de incertidumbre que se mencionó antes, sumado a la falta de infraestructura alrededor de los puertos, faltantes de energía y de gasoil como sucede actualmente.

Biodiesel en deuda

En relación al biodiesel hay una falta de colaboración y coordinación en las políticas entre el Gobierno y el sector agrícola. “La Argentina cuenta con una de las agroindustrias más eficiente del planeta, por todas las fortalezas que ya fueron enumeradas respecto a la productividad, la Hidrovía, la posibilidad de tener energía a niveles competitivos, la logística cercana, entre otros factores”, señaló Fernando Correa Urquiza, gerente de Oleaginosas de LDC.

El directivo, planteó en un Webinar que todos estos conceptos son los que hoy están amenazados. “Considerando lo señalado es que actualmente se utiliza un 40% aproximadamente de la capacidad instalada”, mencionó.

La Argentina debería haber trabajado como país, como sector y como industria en estrategias para tener acceso a los mercados demandantes de biodiesel más importantes de Europa y Estados Unidos, pero no ha sucedido.

Urgen desafíos

Por el contrario, Estados Unidos y Brasil tomaron un camino completamente distinto incentivando el desarrollo de los biocombustibles.

Los disertantes, coincidieron que Argentina tiene un rol muy importante y se podrían revertir algunos factores para mantenerse competitivos en este nuevo escenario.

La digitalización de la producción agropecuaria, incentivar la mayor productividad, ofrecer estabilidad macroeconómica, créditos a la producción, mejorar la infraestructura y considerar la sustentabilidad del negocio, son algunos de los desafíos a enfrentar.

El ABC Rural

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