La campaña de la soja en Argentina ha llegado a su fin con un amargo resultado, afectada severamente por la sequía. Las últimas estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario muestran un nuevo recorte en la producción, que significó un 59% menos de lo que se esperaba al inicio de la campaña.
A medida que los cuadros de cultivo fueron cosechados, se confirmó el desalentador panorama de una campaña extremadamente mala. En el norte de Córdoba, los promedios de rendimiento alcanzaron apenas 11 quintales por hectárea, mientras que en la provincia en general el promedio fue de 15 quintales por hectárea.
En tanto, el rendimiento nacional se estima en alrededor de 16,3 quintales por hectárea, lo que representa casi 14 quintales por debajo del promedio de los últimos 5 años. La falta de precipitaciones ha llevado a un área no cosechada récord, con 3,65 millones de hectáreas malogradas. El área total de cultivo de soja en este ciclo fue de 15,97 millones de hectáreas, lo que resulta en una producción final de 20 millones de toneladas, muy por debajo de las proyecciones iniciales.
Las recientes lluvias han brindado una nueva oportunidad de siembra para algunas zonas de La Pampa y Buenos Aires, aunque lamentablemente llegan demasiado tarde para Córdoba. Con aproximadamente el 80% de la siembra de trigo ya completada, se estima que el área cubierta por este cultivo alcanzará los 5,4 millones de hectáreas.
En La Pampa, las lluvias llegaron a tiempo y se celebran como una oportunidad para sembrar la porción restante de trigo a partir de la próxima semana. Estas precipitaciones han mejorado las estimaciones de área y se espera que se puedan sembrar 20.000 hectáreas más de lo proyectado hace un mes. Sin embargo, en el noroeste de Buenos Aires, se mantienen las reducciones previstas en la siembra, con una caída de 30 a 50%.
En el centro oeste y sudoeste bonaerense, se ha suavizado la fuerte caída prevista, pero aún se estima una reducción de 110.000 hectáreas en comparación con las estimaciones de junio. En Córdoba, las lluvias llegan tarde para revivir la siembra, y se confirma un escenario de menor presencia del trigo, con un ajuste de 100.000 hectáreas menos de lo estimado inicialmente. En Santa Fe, el ajuste es menor, con una disminución de 10.000 hectáreas en comparación con la estimación anterior.
Por su parte, a pesar de los recortes en el área de siembra, el panorama productivo del trigo 2023/24 muestra mejoras en comparación con la escasez experimentada en 2022. Aunque las lluvias no han sido tan abundantes como se esperaba en el otoño, las precipitaciones importantes de finales de mayo y las recientes lluvias han mejorado la situación general del cultivo.
Se proyecta una producción de 15,6 millones de toneladas sobre una superficie estimada de 5,4 millones de hectáreas. Aunque esta será la menor siembra triguera de los últimos 8 años, se prevé un escenario de normalidad y un horizonte productivo prometedor para el cereal en Argentina.
Por otro lado, la cosecha de maíz avanza lentamente y aún queda por levantar el 40% del área total. De acuerdo con la BCR, el retraso se debe a las altas condiciones de humedad que dificultan el adecuado secado del grano. A pesar de las dificultades, por el momento se mantienen las estimaciones de una cosecha de 32 millones de toneladas, lo que representa una disminución del 40% en comparación con las expectativas iniciales.