El sector agroindustrial referido a la maquinaria agrícola atraviesa una situación de zozobra a raíz de los efectos de la sequía y la crisis económica, de acuerdo con el presidente de la cámara de fabricantes, Eduardo Borri, quien alertó por la permanencia de las fuentes de empleo en el sector.
“En los últimos 3 o 4 años, los fabricantes nacionales de maquinaria agrícola incorporamos alrededor de un 40% de personal; partimos de unos 26.000 puestos en el 2019 y hoy tenemos en la cadena de valor alrededor de 40.000 colaboradores. Esto significa que, ante una caída de un 50% en las ventas, lo que está en riesgo es todo lo que generamos en los últimos años”, señaló.
“Nos obliga a enfrentar el riesgo de desprendernos de recursos humanos que tanto costaron para después, tal vez el año próximo, volver a incorporarlo”, lamentó y sostuvo: “Es realmente problemático tener que pasar por esta incertidumbre, tanto para el empleado y los equipos de trabajo, como para el fabricante”
Borri indicó que el año 2022 fue positivo para las empresas del sector, donde se superaron prácticamente en un 10% las ventas del 2017, que habían sido récord por lo menos de los últimos 20 años. Pero aclaró que “los efectos de la sequía arrancaron en el segundo semestre del año pasado”, por lo que “este 2023 ya empezó con muy baja cantidad de ventas”. En ese sentido, apuntó “existe mucha preocupación” y recalcó que el objetivo “es pasar este período lo más rápido posible”.
Para intentar paliar esta situación, el dirigente empresarial adelantó que la Cámara va a firmar un convenio en el marco de BNA Conecta, con el fin de conseguir un financiamiento específico para el sector y, a su vez, pidió crédito a tasas más blandas: “Acá se trata de acceder a financiamiento a tasas accesibles para poder acceder al mercado de manera competitiva. Para nosotros, esto es clave”. Y ejemplificó: “En ExpoAgro, se logró un nivel de concreción de ventas importante y esto fue porque había crédito a tasas muy, pero muy razonables”.
Al mismo tiempo, Borri también llamó al gobierno a eliminar la Comunicación del Banco Central, que le impide al productor de soja o trigo tener más del 5% de su última cosecha en stock y abogó por una nueva ley de fomento para las empresas fabricantes.
“El proyecto busca identificar la maquinaria agrícola nacional de la importada y promover un tratamiento específico en materia crediticia para la producción local, que representa el 90% de la mano de obra del sector y el 51% de la facturación total de la maquinaria agrícola pero consigue solo el 30% del financiamiento”, detalló y agregó que esa ley se encuentra actualmente en la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados.