La ausencia de lluvias importantes en algunas regiones ya es de casi dos meses y preocupa seriamente. Los guarismos más negativos se ubican al oeste de la región núcleo. En la zona de Bigand, sur de Santa Fe, hay determinados cuadros destinados a trigo que se recortarían en un 50%. En el este de Córdoba hay localidades puntuales con posibilidad de recortar la siembra en un 30%. En el centro sur santafesino la siembra está casi por terminar.
El reciente informe del GEA de la BCR dice que el norte bonaerense es la zona que cuenta con más humedad en los primeros centímetros del suelo. Los cuadros con ciclos largos que no llegaron a sembrarse deberían remplazarse ahora con ciclos cortos. Pero este cambio está acompañado con costos más altos. En el este de Córdoba la fecha límite de siembra es el 10 de julio. Pero los pronósticos no son alentadores para el oeste de la región.
Por la falta de agua, las labores apenas avanzaron hasta cubrir el 75% del área de intención
Si bien el avance de la siembra del cereal hace punta respecto a las 5 ultimas campañas, las actividades avanzan con lentitud. La aguja del avance de siembra esta semana apenas se movió un 10%, alcanzando el 75% de lo intencionado. En el centro sur de Santa Fe queda un 5% por implantar, mientras que el extremo sur todavía resta la mitad. El norte bonaerense lleva sembrado el 60% del cereal. En el este de Córdoba el 20% que resta aguarda por agua. El final es sumamente incierto: es muy difícil que se alcance a implantar el área proyectada en 1,8 M de ha.
¿Por qué las lluvias decepcionaron?
Todo el sector mira con expectativas las imágenes que muestran las salidas de los pronósticos. Pero dichas imágenes muestran una carga de agua atmosférica que ni siquiera se está acercado a la que termina precipitando. El sureste de Córdoba tenía algunas chances, pero eran muy coyunturales y otra vez domina la decepción. Tal vez jugaba en las expectativas la posibilidad de que se repitieran las lluvias de hace un año atrás: más de 100 mm en el 40% de Buenos Aires, 20 a 60 mm en el sur santafesino y 10 a 30 mm en el SE cordobés. Pero el año pasado hubo un gran influencia del Atlántico por el calentamiento que se observaba cerca de las costas del sur de Brasil. Esta vez, las lluvias siguen dejando de lado las zonas más necesitadas del oeste, ajustándose al comportamiento estadístico. Por eso Aiello explica que “con el Pacífico en neutralidad, el oeste del país depende de una anomalía en la circulación habitual. Tendría que haber un periodo con vientos estables del noreste que fomenten precipitaciones sobre la zona mediterránea, algo que durante el trimestre frío es de muy baja probabilidad”.