La continuidad de días húmedos y nublados, con las lluvias siempre acechando, le jugó en contra a la siembra de trigo este año.
Las labores se dan por finalizadas en la región. A esta altura del año y con suelos al borde del colapso, son pocas las posibilidades de realizar resiembras en los manchones generados por el agua. Las últimas lluvias generaron un gran temor entre los productores. Afortunadamente, la última tormenta fue de más viento que agua. Dejó acumulados de 10 a 20 mm y se destacó en Baradero con 38 mm.
El último informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario dice que la condición del cultivo varía según la fecha de siembra siendo los últimos sembrados los más afectados por los excesos. Las calificaciones van desde malas a regulares en el 7% del área a causa de la asfixia. En el caso de siembras más oportunas, la buena fertilización también se refleja en las condiciones: el 11% se califica como excelente, y cómo bueno y muy bueno el 49% del área.
No se reportan inconvenientes en cuanto a la sanidad por el momento. Hay una gran disparidad de estadios fenológicos: un 11% emerge, el 49% expande hojas y el resto se reparte entre inicios y pleno macollaje.