Cuando la ganancia bursátil es grande, hasta el ambicioso desconfía. En algunas sociedades de Bolsa circuló, por primera vez, el rumor de que el Gobierno podría suspender la operatoria del dólar “MEP” recién liberada.
La sospecha empezó a gestarse ante lagenerosa oportunidad que ya da la operación: un dólar de $9,22 (o $9,48, según el bono, y sin descontar comisiones), que podía obtenerse hasta ayer legalmente en un momento en que el “blue” bordea los $11 (ayer cerró, otra vez alcista, en los 10,80 pesos).
Pero ninguna especulación parece, por ahora, más lejana a la realidad: el Gobierno tiene decidido enfocar toda su estrategia en los próximos días a mantener vigente la “tentación” de un tipo de cambio más barato en el terreno bursátil, que sobreviva, solamente, para desalentar la demanda en el “blue”.
Para esto ordenó a la ANSES que hiciera desembarcar en la Bolsa un nuevo bono: el Bonar 2018, un título que surgió de una colocación que hizo el Tesoro hace un año para tomar dólares del organismo que administra el dinero de los jubilados.
Al lanzar un nuevo título al mercado, el Gobierno persigue un doble objetivo. Por un lado, ofrecer una variante al Boden 2015 y al Bonar X, los más usados para hacerse de divisas mediante la compra y venta de bonos. Por otro lado, ofrecer un bono nominado en dólares permite a aquellas empresas que busquen ingresar dólares (como Chevron) tener otra alternativa para poder inyectar liquidez. La emisión del nuevo título fue por más de u$s3.300 millones, según consigna Clarín.
Así busca desinflar la cotización del dólar Bolsa que, a su vez, también impacta en el mercado blue. Sucede que pese a que la ANSeS venda a diario ambos bonos, esa inyección de títulos es absorbida rápidamente por el mercado deseoso de dólares y por eso el dólar Bolsa no baja. Además, no se sabe qué stock de estos bonos le queda a la ANSEeS para seguir inyectando al mercado.
El debut concentró un buen volumen de ventas, de $17,7 millones, y un jugoso tipo de cambio implícito de $9,20. El mercado lo recibió como un nuevo instrumento de política cambiaria que tendrá a mano el Gobierno en este enero que pretende “surfear” para llegar a los días de fuerte liquidación sojera. Las cerealeras se comprometieron, hace unos días, a volcar u$s 500 millones en el mercado cambiario tras incumplir el primer pacto sellado con Juan Carlos Fábrega.
Desde el último 19 de diciembre, cuando se reactivaron las operaciones que habían sido prohibidas por Guillermo Moreno, el “dólar Bolsa” se disparó ya 90 centavos. Pero así y todo mejoró su atractivo porque, al ser superado por el avance del “blue”, la brecha entre ambos se amplió.
El Gobierno ve en esto un ancla efectiva para el dólar paralelo porque logra seducir a quienes tienen pesos en blanco y buscan dolarizarse en el blue. O a quienes tienen divisas, también en blanco, y deciden venderlas en el mercado informal para hacerse de pesos, probar la nueva operatoria bursátil y obtener la diferencia.
Tanto en el primero de los casos como en el segundo, el efecto contribuye a que baje la cotización del billete en el mercado paralelo.
El negocio permite, además, un arbitraje que debería tender a achicar el diferencial: quienes deciden comprar esos dólares en el “MEP” pueden optar hoy por venderlos (ilegalmente) en el mercado paralelo para hacerse de pesos que, más tarde, pueden volcar nuevamente en el “MEP” y reiniciar el circuito algunas veces más.
Este negocio daba una ganancia de $160 por cada u$s100 operados. Y es, curiosamente (y a pesar de la suba), una de las mayores alcanzadas desde que se liberó esta vía.
Existe, sin embargo, un efecto negativo en la operatoria que algunas fuentes del mercado todavía no terminan de descartar: el riesgo de que convalide, aún siendo exitosa para contener al “blue”, un flujo de dólares “en blanco”, que hoy están dentro del sistema financiero, hacia el mercado negro; y restar de este modo divisas que el Central computa actualmente en sus reservas brutas.
El negocio se provee hoy en día de dólares de empresas que eligen liquidar sus divisaslegalmente a una cotización más alta que la oficial (ayer ésta subió dos centavos, a $6,635). Muchas de ellas lo hacen con dólares que tienen en cajas de ahorro de bancos. Del otro lado se aglutinan, a veces, particulares que deciden tomar esos dólares y venderlos en el “blue”. El saldo final es una salida de divisas del sistema y una pérdida de reservas para el Central, según afirma Ambito Financiero.
Fuente: iProfesional