Garret Edwards
Enviado ON24
Magistral primera noche del 54 Coloquio de IDEA en Mar del Plata este 17 de octubre, con una importante audiencia que se hizo presente para las charlas y paneles de apertura del tradicional evento que convoca al mundo empresario y político. Palabras de inicio que estuvieron a cargo del presidente de IDEA, Javier Goñi, con referencias explícitas (y citas precisas) al Fausto de Goethe, a la cinta de Moebius y a cortar con el nudo gordiano que ahorca y ahoga a la Argentina. “Pedimos que la Justicia actúe pronto y los responsables sean condenados”, sentenció Goñi. Fue contundente, el primer paso debe ser arreglar la Justicia, para que ésta sea verdaderamente independiente. Sólo luego se podrá hacer todo lo demás.
Tras ese comienzo, se hizo presente la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, para una charla de sillón descontracturada, pero que no perdió los guiños clásicos a Cambiemos que ya son de público y notorio. Historias mínimas de gente común que contrastan con las que se ven a diario en las grandes pantallas. El eslogan del 54 Coloquio de IDEA es “Cambio Cultural: Soy yo y es ahora”. Vidal no dio vueltas: para ella el cambio ya empezó, y lo hizo en 2015, cuando Mauricio Macri ganó las elecciones a presidente. Agregó que el cambio se hace de abajo para arriba, y que los dirigentes deben dar cuenta de éste. Asimismo, contó algunas intimidades de su forma cotidiana de trabajo, y que el mayor cambio en su vida personal en lo que va de mandato es que ahora está “soltera”.
Por último, mas no por ello menos importante, tras la comida, llegó el plato fuerte de la noche, el panel “La película argentina”, moderado por el primer actor Federico D’Elía (“Los Simuladores”, 2002), y con las presencias de los directores Juan José Campanella (“El Secreto de sus Ojos”, 2009), Gastón Duprat (“El Ciudadano Ilustre”, 2016) y Juan Taratuto (“Un novio para mi mujer”, 2008). Con una dinámica ágil e innovadora, cada director eligió fragmentos y escenas de sus propias filmografías o de clásicos del cine argentino (desfilaron, por ejemplo, “El Hijo de la Novia” y “Plata Dulce”, entre otras) para comentar sobre qué hace a la argentinidad, qué nos hace ser argentinos y qué nos diferencia de los demás.
Hubo consenso, en ese punto, entre los tres directores que la figura del chanta es arquetípicamente argentina, que nos describe a los costados y a los márgenes de la ley. No sorprende, pero incomoda. Los tres directores, por último, relataron dificultades para hacer cine en Argentina. ¡No se sorprendan! Los sindicatos, explican ellos, también hacen estragos en el mundo del arte argentino.
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